En medio de protestas públicas el alcalde Bill de Blasio finalmente visitó Rikers Island, el complejo carcelario más grande de la ciudad, el cual ha estado viviendo momentos tan caóticos, que algunos califican su situación como una “crisis humanitaria”.
De Blasio visitó Rikers Island, sin embargo líderes sindicalistas creen que no es suficiente
Lo critican por no haber hablado con los oficiales carcelarios ni los prisioneros. Él, por su parte, asegura que lo que vio en ese lugar lo ha dejado "muy molesto" y que "hay mucho trabajo que hacer".

El lunes por la tarde el alcalde de Nueva York llegó a Rikers Island, casi al mismo tiempo que varios medios de comunicación (incluyendo Noticias 41), recorrieron el complejo penitenciario. Al salir, el alcalde habló sobre lo que había visto en dos instalaciones que visitó: el Centro Correccional Otis Bantum y el Centro Eric M. Taylor.
"Tenemos mucho trabajo por hacer", dijo a los periodistas después de su recorrido. "Lo que vi es trabajo que hay que hacer... Sabemos que hay mucho más por hacer". Entre las cosas que considera oportunas, dijo, están la reducción del número de reclusos allí, la admisión más rápida y la mejora de los servicios de salud.
Cuando se le preguntó si algo específico le había llamado la atención sobre lo que vio adentro, de Blasio dijo que ha estado "molesto" por las condiciones en Rikers desde que se convirtió en alcalde. “Estaba molesto cuando asumí el cargo. Estaba molesto hace cuatro años. Sigo molesto”, dijo. " Este es un lugar que debería haberse cerrado hace mucho, mucho tiempo"
Otros que están molestos, pero con el alcalde, son los oficiales correccionales de Rikers Island. En su representación, Benny Boscio Jr., presidente de la Correction Officer's Benevolent Association, dijo: “Él no vino a RI hace 4 años. 1,200 oficiales asaltados, y ni una llamada. Y ahora tenemos menos oficiales, muchos enfermos de Covid y recuperándose de los golpes”.
Durante su visita el alcalde no habló con ningún prisionero, tampoco con oficiales correccionales, ni visitó las celdas.
La crisis en Rikers Island es tan grande, que algunos la llaman “la isla del terror”. En los últimos meses en las redes sociales han circulado imágenes de los prisioneros atacándose entre ellos y hasta a los oficiales. La situación ha llegado al punto que esta semana un recluso le rompió la mandíbula a uno de los custodios. Y, en lo que va del año, once prisioneros han muerto en la isla.
Noticias 41 también recorrió el lunes el complejo carcelario de 6 mil internos, el cual está operando desde hace 85 años y es el más grande de la ciudad.
Recientemente también Noticias 41 entrevistó a dos oficiales correcionales de Rikers Island, quienes revelaron las condiciones de violencia y desafuero que se viven en la isla. Esto unido a los turnos extenuantes de trabajo que tienen que cumplir: 24 horas, hacen que los oficiales queden mentalmente agotatadas, dijeron. Esto solo suma a su vulnerabilidad pues, la falta de agentes obliga a que algunos oficiales se encuentren a veces solos en un área determinada.
Solo en Rikers Island se registran 95 incidentes por cada 1000 internos, y los oficiales también son parte de los objetos de esos ataques.
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