Durante la Convención Republicana se repitió la costumbre de la campaña de Trump de usar temas musicales sin autorización de sus creadores. En este caso incluso después de que los herederos de Leonard Cohen se la negaran. Desde 2015, canciones inspiradoras y enérgicas se usan para acompañar la ‘entrada triunfal’ de Donald Trump al escenario en sus eventos.