El alguacil del condado Volusia, en el centro de Florida, dijo que el pasado fin de semana se convocó a una fiesta callejera en la que participaron 3,000 personas, quienes vendieron drogas, armas y alcohol durante la emergencia que aún se vive por el coronavirus.
Golpes, armas y arrestos: fiesta callejera en Florida con 3,000 personas termina en caos durante la pandemia
Varios policías resultaron heridos, al recibir golpes y botellazos en el evento ocurrido el pasado fin de semana, en donde dijeron que hubo drogas, armas y alcohol. Una persona arrestada tenía antecedentes penales y 13 condenas judiciales.

Los asistentes llegaron en sus carros y se estacionaron en una localidad de DeLand desde el sábado en la tarde, hasta la mañana del domingo.
"Nadie debería reunirse en grandes grupos de 50 o más bajo ninguna circunstancia de acuerdo con el orden de gobernador DeSantis", dijo el jefe de la policía en DeLand, José Umberger,
Los policías dijeron que intentaron controlar la situación, pero recibieron golpes y botellazos durante el operativo.
Además, el alguacil contó que una persona armada apuntaba a las personas, a través de la ventana de un auto que pasaba a lo largo de la fiesta callejera.
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"¿Cómo podríamos hacernos la vista gorda ante alguien que apunta con un arma a una multitud, eran dos delincuentes convictos que intercambian un arma cargada justo en frente de nuestra cara?", dijo el sheriff del condado, Mike Chitwood.
Algunos asistentes a la fiesta dijeron que se trató de una arremetida policial de carácter racial.
“Esto es lo que le hacen a los negros", dijo un participante del evento. “Organice una fiesta en el centro y vea qué sucede. … No es justo; No es justo”, escribió en redes sociales.
Otra mujer comentó, “¿podemos divertirnos? No ", También somos humanos: las vidas negras importan. Toda vida importa”.
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Sin embargo, el sheriff Chitwood defendió a los agentes y mostró el video en donde se ve a miles de personas y a algunos lanzado botellas de vidrio.
"No solo se trataba de un problema de seguridad pública, sino que era una cuestión de salud pública", argumentó Umberger.
Luego, cuando la policía logró disipar a los asistentes, muchos se fueron a otras áreas para seguir causando problemas e incitar disturbios, afirmaron las autoridades.
Uno de los detenidos, dijo el jefe de la policía, es una persona con antecedentes penales y con 13 condenas judiciales.





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