El propio pistolero de Parkland pidió ir a una escuela especial pero no le hicieron caso, revela reporte

Un año antes de que Nikolas Cruz se presentara en su secundaria en Florida con un rifle de asalto asesinando a 14 estudiantes y 3 adultos, las autoridades escolares le retiraron los servicios terapéuticos que recibía, a pesar de que él mismo pidió que lo regresaran a un plantel de educación especial.

De acuerdo con una investigación comisionada por el Distrito Escolar del condado de Broward y publicada parcialmente el viernes, Cruz no fue atendido correctamente y se le negó apoyo adicional del que recibió siendo un alumno regular.

El informe, sin embargo, no señala si esta presunta negligencia influyó en lo que ocurrió aquel trágico 14 de febrero en la escuela Marjory Stoneman Douglas.

Esta información salió a la luz luego de que la jueza de distrito Elizabeth Scherer aprobara la publicación de los antecedentes académicos y psicológicos del atacante de Parkland.

El reporte difundido, elaborado por Collaborative Educational Network de Tallahassee, sugieren que a Cruz se le pudo haber ofrecido más ayuda en sus últimos dos años en la secundaria. Dicho análisis encontró que el distrito escolar cumplió en gran medida con sus políticas, pero cita que falló en estas instancias:

• Los funcionarios escolares malinterpretaron las opciones de Cruz cuando se enfrentó a ser expulsado mientras cursaba el grado once en la secundaria Marjory Stoneman Douglas, lo cual lo llevó a rechazar los servicios de educación especial.
• El distrito “no cumplió” cuando el propio Cruz pidió regresar a la escuela para estudiantes de educación especial Cross Creek.

Debido a estos errores, Cruz no recibió consejería escolar ni otros servicios de educación especial durante los 14 meses previos a la masacre, señala la investigación.

A través de un comunicado, el distrito escolar aplaudió que la firma consultora descubrió que las escuelas “brindaban servicios significativos y apropiados” al sospechoso y mencionó que, una vez que sea “legalmente apropiado”, ese análisis será publicado sin ocultar información. El 64% del reporte se ocultó para cumplir con los derechos de privacidad médica y educativa del pistolero.

“Aceptamos las recomendaciones sobre mejoras de procedimientos y estamos satisfechos con la revisión general, las recomendaciones y los hallazgos”, dijo la dependencia. “Estamos revisando activamente nuestras políticas y procedimientos, protocolos de capacitación y bases de datos en un esfuerzo por implementar las recomendaciones de manera oportuna y efectiva”, agregó.

Este análisis se da a conocer casi seis meses después de que Cruz ingresó a su escuela con un rifle de asalto asesinando a balazos a 17 estudiantes y profesores, e hiriendo a otros 17. Se trató del peor tiroteo escolar en la historia de Florida.

Una de las recomendaciones de la consultora sugiere que pudo haber una falla en la comunicación entre el personal de una escuela alternativa a la que asistió Cruz antes de ir a Stoneman Douglas y los directivos de la secundaria en Parkland.

El distrito escolar de Broward no pudo expulsar a Cruz a pesar de que maestros y alumnos dijeron que este pateó puertas, insultó a profesores, peleó con sus compañeros e incluso llevó balas a su escuela. Por eso, el joven solo acumuló infracciones disciplinarias por blasfemia, desobediencia, insubordinación e interrupción en los planteles a las cuales acudió.

Antes de permitirle asistir a la secundaria Stoneman Douglas, los directivos escolares lo transfirieron en 2014 a una escuela alternativa para alumnos con discapacidades emocionales y de conducta. Y cuando lo echaron del plantel donde perpetró la masacre, este fue a otros tres institutos.

Tres días después de que lo obligaron a retirarse de la escuela de Parkland, este compró un rifle AR-15 y un año después volvió decidido a matar a la mayor cantidad posible de personas allí. Unas horas después de la balacera, el pistolero fue detenido por las autoridades.

Si Cruz es encontrado culpable podría enfrentar la pena de muerte.