Coronavirus e incendios: una combinación que complica la temporada en California

Se anticipa una agitada temporada de incendios en California que pondrá a prueba a los bomberos que tendrán que combatirlos bajo las nuevas condiciones creadas por la pandemia del coronavirus.

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Las predicciones dicen que California está ante lo que puede ser una agitada temporada de incendios por la falta de lluvia, un problema creciente al que se le suma este año la pandemia de coronavirus.

Los expertos dicen que California se dirige una vez más hacia una temporada de incendios severa. El invierno, con poca lluvia o nieve, fue seguido por una primavera cálida, y el verano promete ser caluroso y seco. La maleza del estado se ha resecado, creando la posibilidad para los incendios forestales destructivos y de rápido movimiento a medida que se acerca el otoño.

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Al mismo tiempo, l a pandemia obligó a los bomberos a reevaluar el entrenamiento, alterar la vida cotidiana y cambiar las estrategias para combatir las llamas. Además del peligro del fuego, hoy se toma en cuenta la amenaza del contagio del coronavirus.

¿Cómo es el peligro de los incendios?

Los incendios forestales de California son cada vez más extremos, arrasan cada vez más rápido. Seis de los 10 peores incendios en la historia de California han ocurrido en los últimos tres años, y la temporada de incendios de 2018 fue la más mortífera y destructiva registrada.

El gobernador Gavin Newsom, quien habló desde el hangar de las operaciones aéreas de Cal Fire en el aeropuerto McClellan, dijo que el peligro del fuego está creciendo cada vez más .

" Nuestro enfoque para lidiar con los incendios forestales tiene que cambiar y adaptarse a un clima que está cambiando muy, muy dramáticamente," dijo Newsom.

¿Qué ocurre con los bomberos?

A medida que la pandemia avanzó en California, muchas de las operaciones de Cal Fire se vieron obligadas a moverse en línea. La academia anual de entrenamiento de siete semanas de la agencia para todos los bomberos tuvo que completarse virtualmente, y las inspecciones de los espacios defendibles —para determinar si los residentes de hogares vulnerables han despejado un amortiguador de 100 pies alrededor de sus estructuras— se volvieron remotas.

El distanciamiento físico también se convierte en un obstáculo. Los grandes incendios obligan a evacuar y empacar en los gimnasios de las escuelas secundarias a miles de personas. Mientras que miles de bomberos trabajan codo a codo en los campamentos para contener los incendios.

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Las directrices ante el coronavirus varían entre las agencias y los distritos, lo que eso otro posible obstáculo para los bomberos en tierra que contienen un incendio fuera de su jurisdicción habitual.