El violento historial de la pandilla Wilmas 13 que atemoriza Wilmington

Los residentes de este altamente contaminado barrio de Los Ángeles conviven además con una de las bandas criminales con peor reputación de la zona.

Agentes policiacos responden a un crimen en Wilmington, California.
Agentes policiacos responden a un crimen en Wilmington, California.
Imagen Getty

LOS ÁNGELES, California.- El número '187', sección del Código Penal de California dedicada a los asesinatos, es un distintivo en los grafitis de la pandilla Wilmas 13 que proliferan en las paredes de Wilmington, un vecindario hispano de Los Ángeles donde solo la violencia de esa banda callejera es capaz de eclipsar el drama ambiental que sufre.

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Wilmas 13 es una de las organizaciones criminales de peor reputación de la costa angelina. No duda en atacar a policías, y se le responsabiliza de varias de las muertes ocurridas en la región. Sus miembros tienen relación directa con el cartel de Sinaloa, de acuerdo con el Departamento de Justicia (DOJ).

Su territorio, que abarca casi las 9.1 millas cuadradas de extensión de ese barrio donde el 87% de su población es hispana, es defendido a balazos, de acuerdo a las agencias del orden. Desde enero del 2000, ahí se registraron 166 asesinatos, de los cuales seis han ocurrido este año, señala la Policía de Los Ángeles , que indica que varios homicidios serían el resultado de una guerra entre bandas.

La muerte a tiros más reciente en la zona es la de Richard Tafoya, de 18 años. Sucedió frente a la preparatoria Banning a finales de octubre. Tafoya y otros dos jóvenes, quienes resultaron heridos, se encontraban en una calle cercana al plantel cuando un hombre les disparó y huyó.

Cuatro de los seis homicidios ocurridos este año involucraron disparos con arma de fuego. El año más violento en los últimos tiempos ha sido el 2000, que concluyó con 18 asesinatos.

Video Wilmington desde el aire

Violencia frente al mar

“La relativamente pequeña comunidad de Wilmington ha sufrido por una gran cantidad de asesinatos y ataques mortales y se cree que la pandilla Wilmas es responsable de una importante porción del crimen pandilleril dentro de la División Harbor de la Policía de Los Ángeles”, cita una reciente acusación federal.

A principios de noviembre, el Departamento de Justicia (DOJ) anunció el arresto de 17 integrantes y asociados de la Wilmas 13, quienes han sido citados en una acusación federal que alega que han participado en asesinatos, intentos de homicidio, narcotráfico, robo e intimidación de testigos.

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Los fiscales federales argumentan que los miembros de dicha banda orquestaron al menos tres ataques contra agentes de la Policía de Los Ángeles. Las autoridades les atribuyen actividades que van desde la distribución de armas y narcóticos hasta la extorsión, ya que colectan 'impuestos' en nombre de la pandilla carcelaria Mafia Mexicana o La Eme, que controla una larga lista de bandas hispanas en California.

Algunos de los mensajes de texto cifrados entre miembros de Wilmas 13 y que interceptaron agentes federales citan reuniones con operadores del cartel de Sinaloa, liderado por Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, quienes les abastecen de metanfetamina.

Por la mediación de la Wilmas 13, un jefe de La Eme logró reunirse con la gente de ‘El Chapo’ en el sur de California, de acuerdo a la acusación.

El cartel de Sinaloa ha extendido su territorio en Estados Unidos y ahora domina gran parte del país por medio de alianzas con pandillas callejeras, indica un nuevo reporte de la Administración para el Control de las Drogas (DEA). En California, la organización ha sacado provecho de una sólida alianza con La Eme.

En Wilmington, la droga traída desde México se distribuye usando códigos en teléfonos celulares, ocultándola en prendas íntimas de algunas mujeres leales a la pandilla, usando a menores para despistar los operativos y protegiéndose a través de un sofisticado sistema de 'halcones', personas que se dedican a observar determinadas zonas y alertan cuando ven movimientos policiales, de acuerdo a la fiscalía federal.

El otro enemigo silencioso

Además de la violencia, el barrio sufre uno de los niveles de contaminación más altos del país debido a la presencia de refinerías y por los buques y los cientos de camiones de carga que mueven la mercancía que llega -principalmente desde Asia- hasta el complejo portuario más grande del país, el de Long Beach-San Pedro.

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Grandes refinerías como las de Phillips 66, Valero y Tesoro se ubican a poca distancia de las casas de Wilmington. Múltiples estudios han asociado dichas instalaciones con la gran cantidad de problemas respiratorios, asma y cáncer presentes en la comunidad.

“En la noche es cuando huele feo, es el aceite, yo creo”, dice una vecina que aceptó hablar con Univision Noticias en Los Ángeles a cambio de mantener su anonimato. “Mis nietos tienen asma, yo oigo que muchos aquí tienen asma”, agrega la mujer que por varios años ha vivido a unas cuadras de una refinería.
¿Y es peligroso el vecindario?, se le pregunta a la residente.

“Pues de los pandilleros también nos tenemos que andar cuidando”, afirma la mujer.