Decomisos y robos a narcotraficantes en California se cobran con extrema violencia en México

Para mantener un bajo perfil en este país, los carteles de la droga secuestran a sus deudores y los llevan a México para torturarlos, cobrar su rescate o incluso asesinarlos.

Agentes de la Patrulla Fronteriza decomisan un cargamento de marihuana que intentaba ser distribuido en este país.
Agentes de la Patrulla Fronteriza decomisan un cargamento de marihuana que intentaba ser distribuido en este país.
Imagen Getty

LOS ÁNGELES, California.- La tarea del narcotraficante era llevar un cargamento de droga de San Diego a New Jersey, pero en su camino de regreso las autoridades le decomisaron la ganancia, unos 21,000 dólares en efectivo. Para el cartel no se trató de una pérdida, sino de una deuda.

PUBLICIDAD

Un mes después de la incautación del dinero, el narco, que supuestamente trabajaba para una célula en San Diego liderada por María Dolores Romero Sandoval, recibió instrucciones de viajar hasta Culiacán, capital del estado mexicano de Sinaloa, para discutir su adeudo con la organización criminal.

La orden se cumplió el 3 de julio. Al llegar a una residencia en Culiacán, el traficante y un acompañante, ambos ciudadanos estadounidenses, fueron atados de pies y manos, y golpeados por gente del cartel, de acuerdo con una denuncia criminal sometida en una corte federal en San Diego.

Romero Sandoval llegó al día siguiente para cobrar su dinero, incluido un elevado interés. Para ella, su transportista de droga ya le debía 100,000 dólares. La víctima fue obligada a llamar a su madre en San Diego para pedirle que pagara un rescate y evitar su asesinato. Para asegurar que la suma se mandara, los secuestradores le enviaron a la cuenta de Facebook de la mujer fotos de su hijo ensangrentado, atado con cinta adhesiva, con un cuchillo en la garganta y una pistola en la cabeza.

La madre se puso en contacto con la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), que del 4 al 11 de julio registró más de 50 llamadas de los captores. Sin embargo, no se evitó que la mujer tuviera que hacer dos abonos que personalmente entregó en Tijuana, sumando un total de 24,600 dólares.

Después, la víctima y su amigo fueron puestos en libertad pero con la condición de pagar 50,000 dólares más a Romero, quien fue arrestada el 17 de diciembre en San Diego acusada de secuestro.

PUBLICIDAD

Cobros con descargas eléctricas

Raptos de este tipo no son nuevos en las cortes federales en California, pues los carteles mexicanos prefieren tomar revancha contra sus deudores y ladrones de mercancía y dinero en sus dominios con el fin de mantener un perfil bajo en este país.

Como parte de una operación que en 2014 desarticuló a una red negocios que lavaban dinero para el cartel de Sinaloa en el Distrito de la Moda de Los Ángeles, se reveló que el grupo raptó y torturó en un rancho en Culiacán a una persona a la que le decomisaron más de cien kilos (220 libras) de cocaína aquí.

La familia del traficante secuestrado, que solo ha sido identificado como un ciudadano estadounidense, pagó un rescate de 140,000 dólares que se entregó en efectivo a uno de los negocios en Los Callejones de Los Ángeles, denominado QT Fashion, que blanqueaba capitales para la organización liderada por Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, según documentos judiciales.

“La víctima fue detenida en un rancho en Culiacán, Sinaloa, donde fue golpeada, herida de bala, electrocutada y torturada con agua”, detalló en un comunicado el Distrito Central de California de la Procuraduría General de Estados Unidos.

El 'pozole' que la mafia no preparó

En algún lugar de México se planeó hacer “pozole” o disolver en ácido a tres narcomenudistas en San Diego que aparentemente habían robado un cargamento de metanfetaminas. Un sicario cruzó ilegalmente la frontera en marzo de 2012 con el firme propósito de raptarlos y llevarlos allá.

No se había concretado una negociación previa para saldar la “ofensa”.

Una acusación federal indica que el plan inicial era extorsionar a los traficantes o quitarles vehículos de lujo, pero el retraso frustró a uno de los matones, Carlos Alberto Andrade-De La Cruz.

PUBLICIDAD

El FBI se enteró de la conspiración y les siguió los pasos a los mafiosos, interceptando el teléfono de uno de ellos con la venia de un juez. El 14 de marzo de 2012, Andrade-De La Cruz cruzó a EEUU usando documentos fraudulentos y se reunió con sus dos compinches, Luis Miguel Salas-Rodriguez y Antonio Zermeño-García, para secuestrar a los deudores.

Pero ese día, afuera de la casa de una de sus objetivos, los arrestó la Policía.

“El FBI localizó a una de las frustradas víctimas quien le dijo a los agentes que habría terminado en el maletero de un vehículo si el FBI no hubiera intervenido”, citó un comunicado de la Fiscalía federal en el Distrito Sur de California.

A finales de 2013, Andrade-De La Cruz fue sentenciado a 10 años en prisión por dicho delito, mientras que Salas-Rodríguez y Zermeño-García recibieron una condena de siete años y medio en la cárcel.

El ‘levantón’ mortal en Texas

Una sentencia de muerte pesaba contra el estadounidense Sergio Saucedo, de 30 años y residente de Horizon City, en el estado de Texas. El cartel de ‘El Chapo’ lo acusaba de haber robado 600 libras de marihuana, parte de un contrabando. El traficante fue secuestrado en su casa el 3 de septiembre de 2009 y cinco días después su cuerpo fue encontrado sin vida en un paraje en Ciudad Juárez, en México.

Saucedo, según la autopsia, murió estrangulado y su cadáver tenía las manos mutiladas, el castigo predilecto que los mafiosos usan con los ladrones de dinero o mercancía.

Una causa criminal interpuesta en una corte federal en El Paso alega que el cartel de Sinaloa pagó 250,000 dólares para que un grupo de sicarios encapuchados raptara al traficante en EEUU, lo transportara en una camioneta SUV a la fronteriza Ciudad Juárez y lo ejecutara allá.

PUBLICIDAD

Por ese crimen, tres hombres en EEUU y México fueron arrestados.

El expediente de la Corte Federal de El Paso señala que un jefe de la plaza en Ciudad Juárez empleó a estadounidenses ligados al tráfico de armas y narcóticos para asesinar en EEUU a quienes incumplían con sus adeudos.