Los impuestos sobre la venta en Texas cayeron un 9% en abril, según detalló este viernes la contraloría texana. La caída es la más grande registrada en los últimos 10 años.
Los impuestos sobre la venta en Texas registran la mayor caída en 10 años
La disminución en las recaudaciones supone una de las primeras señales de la gravedad de la crisis económica causada por la pandemia del coronavirus.

Este histórico descenso supone el primer vistazo sobre cómo está afectando el cierre económico para prevenir el contagio de coronavirus a la economía texana. El impuesto sobre la venta es la principal fuente de financiación del presupuesto estatal.
El contralor Glenn Hegar había advertido desde el mes pasado que Texas se aproximaba a la recesión. La caída del 9,3% en la recaudación de impuestos sobre la venta registrada en abril da una idea del daño económico que se estima, no obstante, sea mucho mayor el mes entrante. La mayoría de las ventas registradas en abril pertenecen a marzo.
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“La principal caída se registró en los negocios más afectados por las medidas de distancia social”, comentó Hegar en un comunicado difundido por la oficina de la contraloría. Entre estos negocios: los cines, teatros, restaurantes y los grandes centros comerciales.
No obstante, otros negocios han mostrado un aumento entre las recaudaciones, de acuerdo con cifras oficiales. Entre ellos las distribuidoras de productos vendidos en línea y las tiendas de alimentos.
Otros de los sectores que hasta ahora han registrado la mayor caída en Texas, de acuerdo con los datos de abril, son la venta de automóviles y la industria inmobiliaria. La contraloría calcula que las pérdidas con respecto a la cantidad que esperaban recaudar es de alrededor 164 millones de dólares, la mayor desde 1983.
La industria hotelera y la venta de alcohol disminuyeron en el estado, al igual que los impuestos a la producción de gas y petróleo, uno de los principales pulmones de la economía texana y un sector que ha sufrido bajos históricos debido a la pandemia.
Recortar gastos y ahorrar
Aunque el gobernador Abbott ha anunciado que la economía texana se pondrá en marcha por fases a partir del viernes 1 de mayo, los analistas económicos han subrayado que no hay claridad con respecto a cuándo los negocios del estado comenzarán a funcionar en total normalidad.
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Hegar, por su parte, ha insistido que el tamaño de la devastación económica solo se conocerá en los próximos meses. “El efecto en la economía puede tardar meses en reflejarse”, dijo el jueves en un town-hall virtual organizado por el Partido Republicano de Texas.
El portavoz de la Cámara de Representantes de Texas, Dennis Bonnen, envió un memorándum al gobernador Abbott sugiriéndole que dispusiera del 5% de los ahorros del presupuesto. La oficina del gobernador aún no ha respondido.
Hegar dijo que la contraloría ya ha recomendado a otras agencias estatales que comiencen a recortar gastos y ahorrar presupuesto incluso antes de la orden explícita del gobernador.
“Es mejor que las agencias comiencen a reducir sus presupuestos a un largo plazo”, comentó Hegar en entrevista con el Texas Tribune. “Hay que comenzar a tomar medidas y tener ahorros ahora y no esperar seis meses más, cuando todo empeore”.













