La crisis económica causada por la pandemia del coronavirus podría obligar a los gobiernos locales de Texas a subir los impuestos a la propiedad para compensar las pérdidas en el ingreso.
El coronavirus podría forzar un aumento de los impuestos a la propiedad en Texas
La pandemia obliga a los ayuntamientos a enfrentar presupuestos inéditos. El alcalde de Houston anunció esta semana que el ayuntamiento debería gestionar el peor presupuesto de su historia.

Una ley aprobada el año pasado exige a las ciudades y condados texanos que sometan a votación las subidas de impuestos de la propiedad de más de un 3,5%. La nueva legislación redujo el límite por el que los gobiernos locales debían de buscar la aprobación de votantes, que antes era de un 8%.
Los legisladores consideraron que la restricción era demasiado generosa, más aún cuando el descontento por los impuestos a propiedades crecía entre los votantes.
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La pandemia del coronavirus obliga a los ayuntamientos a enfrentar presupuestos inéditos. El alcalde de Houston, la ciudad más poblada del estado, anunció esta semana que el ayuntamiento debería gestionar el peor presupuesto de su historia.
La legislación, no obstante, contempla que las autoridades locales pueden recurrir a una excepción para subir los impuestos en caso de desastre natural, que normalmente son huracanes o tornados en el caso de Texas.
La histórica pandemia es oficialmente un desastre, según decretó el gobernador de Texas, Greg Abbott, a mediados de marzo. Pero la situación excepcional ha mostrado los huecos en la ley, que no prevé las consecuencias de un desastre de estas características. Los texanos, por ejemplo, no pueden recurrir al fondo de desastres puesto que la pandemia no ha dañado físicamente sus propiedades.
La ley texana define un desastre como una eventualidad que causa “daño severo, heridas, pérdida de la vida o de alguna propiedad” y esta sea atribuida a un “desastre natural o provocado, como incendios, inundaciones, terremotos, tornados, tormentas, tsunami, derrame de petróleo, contaminación del agua, sequía, plagas, explosiones, disturbios, acciones paramilitares, olas de calor y epidemias”.
Pero, aun cuando así lo marca la ley, hay debate sobre si la pandemia se ajusta a esta definición.
El senador estatal Paul Bettencourt, uno de los autores de la nueva legislación, considera que el coronavirus no se ajusta a las excepciones consideradas. Recordó que el gobernador lo dijo al momento de declarar el estado de desastre. “Hasta ahora los mayormente afectados son los hospitales”, dijo Greg Abbott entonces.
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Un daño difícil de calcular
Pero esta declaración fue antes de la devastación económica causada por la pandemia, que en Texas dejó más de medio millón de desempleados solamente en un mes.
Los gobiernos locales se enfrentan a presupuestos históricamente bajos que deberán gestionar a partir del inicio del siguiente año fiscal, en julio.
Aunque todavía ningún condado ha anunciado formalmente la subida de impuestos de la propiedad, las autoridades han aceptado que consideran la medida. El contralor de las finanzas del estado, Glenn Hegar, dijo que será hasta el verano cuando podrá analizar el costo económico para los gobiernos locales. Los analistas económicos prevén que el presupuesto se reducirá por miles de millones de dólares.
Bettencourt, por su parte, dijo al Texas Tribune que todavía es difícil calcular el alcance de la pandemia. “La única manera de salir de esta situación es que todos regresen a trabajar. Pero la pregunta es qué tan grande es el daño”.















