El Valle del Río Grande, al sur de Texas, situado al borde de la frontera entre Estados Unidos y México, ha enfrentado las consecuencias de la reacción tardía ante la pandemia del coronavirus. Esta región con más de dos millones de habitantes, de los cuales alrededor de un 70% son hispanos, es afectada por la pobreza, la distancia con los centros urbanos del estado y hasta los golpes de la naturaleza, como lo fue el reciente paso del huracán Hanna.
Cuando tener coronavirus se convierte en una triple tragedia por ser pobre y vivir en condados fronterizos de Texas
El condado de Hidalgo sumó 600 muertes más en julio que el condado Harris, una región cinco veces más grande en Texas. Las autoridades locales pidieron un hospital de campaña durante un mes para atender la emergencia, pero este fue instalado apenas esta semana.

Solo el condado de Hidalgo (McAllen) registró más de 600 muertes en julio, más que Harris (Houston), una región cinco veces más grande. Hidalgo tiene un 90% de población de origen hispano.
Texas es ya el tercer estado con más casos registrados de coronavirus. Al 6 de agosto, ha sumado más de 481,000 casos y al menos 8,600 muertes.
“No somos menos estadounidenses”
“Necesitamos la ayuda. Nuestra casa está en llamas”, explicó el alcalde de Rio Grande City, Joel Villarreal. “No somos menos estadounidenses que otras personas en otras partes del país”.
Las autoridades locales pidieron durante casi un mes un hospital de campaña debido a la emergencia, pero este no estuvo listo hasta el martes de esta semana, de acuerdo con Associated Press.
El periplo de una joven madre refleja lo dramático de la situación. Clarissa Muñoz, residente de la zona, pasó dos horas buscando un hospital para dar a luz.
En el primer hospital que visitó, Muñoz encontró a un personal desesperado: las enfermeras habían hecho casi 50 llamadas telefónicas para encontrar una cama a 1,300 kilómetros de distancia para evacuar por aire a un hombre agonizante por covid-19. De ahí la enviaron a otro hospital, por ambulancia. Y así llegó al DHR Health, uno de los más grandes de la región, situado en Edinburg (al norte del condado de Hidalgo).
Por el camino, Muñoz pasó junto a una funeraria que suele celebrar 10 servicios fúnebres al mes, pero que ahora ha llegado a organizar nueve por semana. Y cuando por fin llegó para dar a luz, se dio de bruces con otra complicación: una prueba reveló que ella también estaba infectada.
Horas más tarde, Muñoz pudo ver, pero no tocar, a su primer hijo durante unos segundos antes de que se lo llevaran. Médicos y enfermeras sacaron a toda prisa a su bebé por un pasillo sellado con lonas de plástico para impedir la salida de aire contaminado. Siete horas más tarde, ella aún no conocía el peso del niño.
Una región de mayoría hispana
En DHR Health, casi 200 de las 500 camas son para pacientes de coronavirus aislados en dos unidades. Se está habilitando una tercera. Eso no incluye el ala de maternidad covid-19, donde madres y recién nacidos son separados de inmediato.
Texas, que fue uno de los primeros estados en comenzar la apertura económica, ahora ha dado marcha atrás a las medidas que había anunciado en mayo debido al aumento de contagios.
Y en esta región de mayoría hispana, la población es aún más vulnerable al covid-19. El índice de personas con diabetes es el triple de la media nacional y los condados están entre los más pobres del país.
Texas reabrió más rápido que la mayor parte del país, sólo para dar marcha atrás ante los enormes brotes. Las autoridades sanitarias dicen que lo peor del rebrote veraniego parece haber pasado en el conjunto del estado, pero la frontera es una sombría excepción. Los médicos temen que haya otra oleada a la vuelta de la esquina.
Esta región de mayoría hispana es muy vulnerable al covid-19. La prevalencia de la diabetes es de aproximadamente el triple que la media nacional, y los hogares están entre los de menos ingresos del país, complicando más la lucha contra el virus.
Ahora “no hay forma” de frenar la curva de contagios de la zona, dijo Maritza Padilla, directora asistente de enfermería en DHR Health.
Una organización benéfica cristiana que abrió un hospital de campaña en el Central Park de Nueva York visitó la frontera a mediados de julio con vistas a abrir otra instalación. Eso nunca se materializó, al igual que la idea de enviar pacientes a hoteles. La semana pasada, el gobernador republicano Greg Abbott, anunció que un centro de convenciones del condado de Hidalgo se convertiría en hospital.


















![El doctor Efraim Vela pasa por una puerta improvisada para aislar una zona de mujeres embarazadas y madres recientes con covid-19 en el hospital DHR Health, en McAllen, Texas. Vela subraya las dificultades a las que se enfrenta. "[Las recomendaciones para que no haya contagios] son geniales en Hartford, Connecticut, porque todo el mundo tiene una casa de 4.000 pies cuadrados, los ingresos medios son 180.000 dólares y todo eso. Aquí es muy diferente".](/_next/image?url=https%3A%2F%2Fst1.uvnimg.com%2F3b%2F29%2F6cf701f143fdbe0ad7eb2302fd2c%2Fap20218267397160.jpg&w=1280&q=75)














