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Guerra Rusia y Ucrania

¿Debemos preocuparnos por la nueva amenaza nuclear de Putin?

Aunque muchos expertos coinciden en que el principal poder de las armas nucleares está justamente en no usarlas, Putin parece dispuesto a dar el paso como última opción, humillado por una cadena de derrotas en Ucrania, en donde su ejército ha quedado en evidencia. ¿Estamos ante la tan temida 'destrucción mutua asegurada' de la Guerra Fría?
Publicado 25 Sep 2022 – 10:20 AM EDT | Actualizado 25 Sep 2022 – 02:01 PM EDT
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"No es un bluff ", insistió Vladimir Putin esta semana tras amenazar a Ucrania y sus aliados de Occidente con una posible respuesta nuclear en caso de que su país se vea amenazado.

"Cuando la integridad territorial de nuestro país se vea amenazada, sin duda utilizaremos todos los medios a nuestro alcance para proteger a Rusia y a nuestro pueblo", dijo el mandatario el pasado miércoles en un discurso en el que anunció que lo que hasta entonces habían llamado solo como 'Operación especial' en Ucrania pasaba a ser una 'movilización parcial', permitiéndole convocar a 300,000 reservistas para el frente.

En su discurso, Putin acusó a los países occidentales de haber "superado todos los límites en su política agresiva" y de querer "debilitar, dividir y, a fin de cuentas, destruir" Rusia, haciendo referencia al apoyo que ha dado Occidente a Ucrania para hacer frente a la invasión.

"También se ha hecho chantaje nuclear [...] Me gustaría recordar a quienes hacen este tipo de declaraciones que nuestro país también posee varios medios de destrucción, algunos de los cuales son más modernos que los de los países de la OTAN", añadió el líder ruso, enfatizando su no tan velada amenaza.

Las reacciones a sus palabras no se hicieron esperar. Estados Unidos dejó claro que se está tomando tales declaraciones "en serio" y en general han saltado las alarmas en todo el mundo occidental ante una posible acción nuclear que cada vez parece más probable.

En un discurso este miércoles en la sede las Naciones Unidas, el presidente Joe Biden mostró su preocupación y acusó a Moscú de hacer amenazas "imprudentes" e "irresponsables". “Una guerra nuclear no se puede ganar”, sentenció.

Este domingo, el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, dio una respuesta más contundente. “Hemos comunicado directamente, en privado y en niveles muy altos al Kremlin que cualquier uso de armas nucleares tendrá consecuencias catastróficas para Rusia, que Estados Unidos y nuestros aliados responderán de manera decisiva, y hemos sido claros y específicos sobre lo que eso implicará”, dijo en el programa 'Face The Nation' de CBS.

No es la primera vez que Rusia amenaza con una acción nuclear. ¿Debemos preocuparnos ahora por tales amenazas? ¿Estamos a las puertas del temido apocalipsis nuclear?

Putin, acorralado entre la escalada y la derrota

No es la primera vez que Putin hace gala de su arsenal nuclear, el más grande del mundo, mientras asegura que sería capaz de usarlo si la 'Madre Rusia' es amenazada. Sin embargo, esta vez algunos expertos no descartan que el líder ruso se aventure con alguna acción nuclear, acorralado entre la escalada y una humillante derrota en Ucrania, cada vez más evidente.

Está claro que Putin tenía otros planes cuando se lanzó a atacar a Ucrania como una forma de presionar a la OTAN para sacar a países vecinos de la organización y no seguir expandiéndose a su zona de influencia geopolítica, conocida como el 'espacio postsoviético'.

Le falló el plan A: una invasión relámpago al país vecino en la que Volodymyr Zelensky, su líder, fuera depuesto rápidamente e instaurar un gobierno títere en Ucrania. Ahora parece fallarle el plan B: concentrar la invasión en el este del país y ocupar la llamada región del Donbás, en la que tenían parte del terreno ganado ya que desde 2014 han apoyado a guerrillas en esa zona, que luchan a favor de Moscú. Sin embargo, una reciente contraofensiva ucraniana logró expulsar a las tropas rusas de buena parte de la importante región de Járkov e incluso parece imposible hacerse con todo el control del Donbás, a pesar de los apoyos internos y de que se trata de una región fronteriza.

El empuje ucraniano, labrado a base del apoyo logístico y estratégico de Occidente, pero también por el hecho de que para sus tropas se trata de una guerra de supervivencia y liberación nacional, ha deshecho los planes de Putin, cuyo Ejército ha quedado en evidencia no solo como un cuerpo mucho más incapaz de lo que se hubiera pensado, sino también como una fuerza aparentemente corrupta e incluso, dividida.

Ante la retirada de sus tropas, Putin se vio obligado a apostarlo todo a la contienda y llamó a una movilización parcial que no se vivía en Rusia desde la Segunda Guerra Mundial. Ahora, cuando 300,000 reservistas han sido llamados a servir en el frente y el pueblo ruso se ve arrastrado al conflicto, el mandatario está teniendo que enfrentar también el rechazo de su propio pueblo, que hasta entonces lo apoyaba o pasaba de largo, porque la guerra, simplemente, les quedaba lejos.


Manifestaciones multitudinarias se han sucedido en los últimos días en numerosas ciudades rusas. Cientos de carros hacen fila para abandonar el país y miles de personas buscan pasajes de avión para largarse, huyendo de la movilización forzosa hacia una guerra que empezó su país y que -según observadores- tiene muy pocas probabilidades de ganar a largo plazo.

Incluso sus propios aliados parecen estar tomando distancia. La semana pasada, durante la cumbre de la Organización de Cooperación de Shangái en Uzbekistán, el primer ministro de India, Narendra Modi, aliado de Putin, le dijo al mandatario en un mensaje que "la era actual no es de guerra". "Discutimos esto varias veces con usted por teléfono, que la democracia y el diálogo impactan al mundo entero”, agregó.

Por su parte, este sábado, ante los temores que han desatado las palabras de Putin, el jefe de la diplomacia china llamó en la Asamblea General de la ONU a que el conflicto no "se desborde". "Pedimos a todas las partes implicadas que eviten que la crisis se desborde y que protejan los derechos e intereses legítimos de los países en desarrollo". El ministro reiteró que Pekín "apoya todos los esfuerzos para una solución pacífica" de la "crisis ucraniana".

Prácticamente solo a nivel internacional y derrotado en el terreno, Putin parece escuchar solo a sus halcones militares, que lo aúpan hacia una escalada del conflicto como última opción para evitar o enmascarar el fracaso en su invasión a Ucrania.

Seudo-referendos en territorios ocupados en Ucrania, ¿una forma de allanar el terreno hacia un ataque nuclear?

Aunque Putin sea la única persona con poder para apretar el 'botón nuclear' ruso y a pesar del carácter cada vez más autoritario de ese país, sus propias leyes se lo impiden, o al menos, lo dificultan, ya que de acuerdo con la doctrina militar rusa las armas nucleares solo pueden emplearse de forma defensiva, cuando esté en juego la integridad territorial del país.

Muchos expertos se preguntan si con los polémicos referendums 'exprés' que comenzaron a celebrarse esta semana en los que los habitantes de las regiones ocupadas de Jersón, Zaporiyia, Donestk y Lugansk votan si pertenecer o no a Rusia, el Kremklin busca anexarse cuanto antes esas regiones y allanar el terreno a una posible acción nuclear ante cualquier ataque ucraniano, ya que al ser estas regiones parte de Rusia podrían alegar que está en juego su integridad territorial.

Esta maniobra política de los referendos, cuyos resultados algunos países occidentales ya han anticipado que no van a reconocer, puede ser un intento más de disuadir a Ucrania a no seguir con su ágil contraofensiva y a Occidente de no apoyarla.


“La esperanza de Putin es que esto provoque que Ucrania y Occidente se asusten para hacer una pausa sobre nuevos avances”, dijo a ABC News Max Bergmann, exfuncionario del Departamento de Estado y director del Programa Europa en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales. “Pero creo que el apoyo a Ucrania seguirá siendo fuerte. Y que Ucrania avanzará militarmente como mejor le parezca”, agregó.

Expertos no descartan un ataque con armas nucleares 'tácticas'

Putin lo ha apostado todo a esta nueva fase de la guerra y a su poderío nuclear como arma disuasoria, pero no parece que esto vaya a cambiar radicalmente el curso actual de los acontecimientos en el terreno de combate, ni a diezmar el apoyo de Occidente a Ucrania, por lo que muchos expertos no descartan que el líder del Kremlin finalmente decida lanzar alguna acción nuclear para intentar borrar su imagen de derrotado y presionar a Occidente, dejando claro que está dispuesto a todo por hacer cumplir sus demandas geopolíticas.

Pero, ¿estamos a las puertas de la temida 'destrucción mutua asegurada' de la Guerra Fría?

Si bien muchos analistas no descartan que Putin pueda arriesgarse a realizar alguna acción nuclear en Ucrania, la primera sobre un objetivo real desde las bombas atómicas que lanzó Estados Unidos sobre Iroshima y Nagazaki en 1945, los analistas se inclinan porque despliegue una o más armas nucleares "tácticas".

Las armas nucleares tácticas son armas atómicas más pequeñas y localizadas, con una fuerza que va desde 0.3 hasta 100 kilotones. Tienen gran capacidad destructiva, pero en un rango más limitado del campo de batalla. Existen bombas mucho más potentes y destructivas, pero los expertos descartan que sean empleadas, ya que esas sí llevarían a una destrucción mutua.

Sin embargo, hay que recordar que las bombas sobre Hiroshima y Nagasaki tuvieron una potencia de entre 18 y 23 kilotones, muy en el comienzo de lo que hoy se considera una bomba táctica. No es necesario explicar el daño que causaron y sus efectos a largo plazo.

Moscú podría, por ejemplo, detonar una de esas armas nucleares 'tácticas' sobre el agua o a gran altura sobre Ucrania, generando un pulso electromagnético que bloquearía el uso de equipos electrodomésticos, o también podría usarlas para atacar bases militares o para destruir un núcleo urbano estratégico, como Kiev, causando gran destrucción.

Pero a pesar de estas posibilidades, "la amenaza de una guerra nuclear sigue siendo increíblemente baja", de acuerdo con Andrey Baklitskiy, investigador principal de armas de destrucción masiva en el Instituto de las Naciones Unidas para la Investigación sobre el Desarme. "Hay miedo a la escalada. Hay miedo al contragolpe. Preocupaciones ambientales: todo eso está a las puertas de Rusia, ¿realmente quieren eso? ¿Qué pensarán otros países del mundo al respecto?"

¿Qué vantajas sacaría Putin de un ataque nuclear?

Una de las primeras preguntas que habría que responderse a la hora de analizar las posibilidades de acciones nucleares por parte de Rusia es qué ventajas sacaría de ellos el Kremlin.

Más allá de un gesto simbólico, de una demostración de fuerza y un intento disuasorio a Ucrania y a Occidente, no está claro que una acción de ese tipo los haga salir victoriosos.

“Las armas nucleares tienen ese estatus casi místico; una vez que se usan, es el fin del mundo”, declaró Baklitskiy. Sin embargo, en caso de usar una, por ejemplo, un arma nuclear táctica sobre Ucrania, y que eso no cambie ningún cálculo político sobre el terreno, ¿cuánto perdería Rusia entonces?, reflexionó. "De repente, no eres uno de los países que tienen ese poder para destruir mundos, y todo el mundo tiene que doblegarse ante ti. Eres solo un país que tiene grandes bombas que pueden explotar”, agregó.

Si Putin usara un arma nuclear táctica en Ucrania, "no habría vuelta atrás" ni "negociación", dijo a CNBC Timothy Ash, estratega de mercados emergentes de BlueBay Asset Management. De ocurrir esto, Putin “habría terminado con Occidente para siempre, y probablemente incluso los chinos, India, Sudáfrica, los BRICS [Brasil, India, China y Sudáfrica, además de Rusia] y el resto del mundo no alineado se vuelvan contra él”.

Un arma de destrucción masiva “es un elemento disuasorio”, dijo Ash. "Una vez que se usa, en realidad es despojada de su poder".

La gran pregunta: ¿cuál sería la respuesta de Occidente ante un ataque nuclear ruso?

Si bien muchos expertos dudan de que Putin realmente apriete el botón nuclear, la gran pregunta parece ser ¿qué pasaría después? ¿Cuál sería la respuesta de Occidente?

Por ahora la disuasión es la prioridad. Desde EEUU han hecho un llamado al Kremlin tanto públicamente como a puertas cerradas a no usar armas nucleares. También se está presionando a los países cercanos ideológicamente a Moscú, como China e India, a que envíen un mensaje contundente en ese sentido e intervengan para que no ocurra una escalada nuclear.

"¿Estamos realmente listos para hacer algo más que sanciones? Tiendo a pensar que probablemente no lo estemos. Creo que la administración [de Biden] quiere evitar la Tercera Guerra Mundial con razón", dijo a ABC News John Hardie, subdirector del Programa Rusia de la Fundación para la Defensa de las Democracias.

Para Hardie, la "ambigüedad estratégica" que ha mantenido el gobierno de Biden sobre posibles repercusiones es la vía más inteligente de afrontar la situación. "Ofrece el beneficio de dejar la duda en la mente de Putin", declaró el experto.

Sin embargo, otros analistas creen que Occidente no tendría más opción que responder, específicamente una respuesta coordinada desde la OTAN como bloque militar.

Tal respuesta demostraría determinación y le recordaría a Moscú el peligro de sus acciones, dijo por su parte Matthew Kroenig, del Atlantic Council. Sin embargo, "esto también puede provocar una represalia nuclear rusa, elevando el riesgo de un mayor intercambio nuclear y de un mayor desastre humanitario", declaró a la agencia AFP.

Ante esa posibilidad, la propia OTAN podría debilitarse, ya que algunos miembros podrían apartarse de la operación, aportando finalmente una victoria a Putin, que busca debilitar la alianza y alejarla de sus fronteras.

Algunos expertos aseguran que la respuesta más efectiva a un potencial ataque nuclear ruso sería proveer a Ucrania con armas más letales.

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