AUSTIN, Texas. - El vendedor de dulces don Rogelio DeLuna recibió una grata sorpresa de parte del Departamento de la Policía de Austin que le obsequió una silla de ruedas eléctrica luego que la suya fuera destruida por un conductor que lo arrolló y luego huyó de la escena.
Vendedor de dulces, Rogelio DeLuna, recibe una silla de ruedas eléctrica como regalo de la Policía de Austin
Don Rogelio tiene pautado esta semana regresar a su natal México para permanecer con su esposa y recibir cuidado médico, pero antes recibió una grata sorpresa de parte de la Policía de Austin.

"Los oficiales involucrados en la investigación conocieron sobre DeLuna y los desafíos que enfrentó en su vida, y cómo se ha mantenido positivo frente a la adversidad...esto inspiró a los oficiales a averiguar de qué otra forma podrían ayudarlo", lee el comunicado del Departamento de la Policía.
Los oficiales involucrados en el caso pudieron asociarse con Austin C4C, quien se comunicó con Martin Mobility, una tienda local que se especializa en productos para personas con problemas de movilidad, para regalarle a don Rogelio una nueva silla de ruedas eléctrica.
Don Rogelio tiene pautado esta semana regresar a su natal México para permanecer con su esposa y recibir cuidado médico. Aunque había pedido ayuda para traer a su esposa de México a Texas, posteriormente decidieron que era mejor que regresara a su país natal para recibir la asistencia médica que necesita tras sufrir el accidente.
Don Rogelio fue atropellado en dos ocasiones en Austin
El vendedor de dulces había sido atropellado en la misma zona con un mes de diferencia. El primer accidente ocurrió el pasado 1 de agosto. El vendedor ambulante del área de North Lamar, que se gana la vida vendiendo dulces en la zona, fue atropellado mientras cruzaba una intersección de la zona en su silla de ruedas. Las autoridades suspendieron esta investigación ante falta de pistas.
De acuerdo con las autoridades, el conductor atropelló a don Rogelio y luego huyó de la escena.
El 3 de septiembre, sufrió otro accidente, pero esta vez el sospechoso del delito, Pablo Antonio Ávila Banagas, de 17 años, fue arrestado.
Ávila Banagas está acusado de no detenerse y prestar ayuda (lesiones corporales graves), un delito grave de tercer grado, lesiones a una persona discapacitada, un delito grave de segundo grado, porte ilegal de un arma (arma de fuego); un delito menor de clase A y falta de identificación en relación con este caso.
" Mi familia tiene miedo que un día llegue a mi casa en alguna caja. En algún ataúd... Ahorita, físicamente no estoy bien, nada más que tengo que comer, hay que pagar lo que hay que pagar y hay que salir a trabajar", indicó DeLuna.









