Por qué acompañar el vino con queso es una buena idea (según la ciencia)

Acompañar una copa de vino con queso es uno de los lugares más comunes y, de acuerdo a un estudio publicado en el Journal Food Science, uno de los más acertados.
A pesar de la frecuencia con la que el queso y el vino suelen asociarse, el mismo estudio se realizó por la falta de evidencia sensorial para describir por qué nuestra percepción de estos productos puede cambiar cuando se les combina.
En su indagatoria, pidieron a un grupo de personas que tomarán una muestra de cuatro vinos (un Pacherec dulce, un Sancerre seco, un Bourgonge de mucho cuerpo y un Madirac afrutado) con cuatro quesos (dos de leche de vaca, un queso Roquefort y un queso de cabra) y describieran sus percepciones.
El resultado fue que ningún queso tuvo un impacto negativo sobre el vino. Por el contrario, los hicieron más agradables, explica el reporte del estudio.
Entre los efectos positivos, los quesos ayudaron a neutralizar la astringencia (esa sensación de ‘morder’ la lengua) que dejan algunos vinos a causa de los taninos y, en en algunos casos, también mejoraron sus aromas.
Nuestras sugerencias
En la más general de las reglas de maridajes los quesos suaves se acompañan con vinos secos y los quesos más fuertes con vinos dulces (como el oporto, los late haverst o los ice wine canadienses).
Gruyere y pinot noir
Los sabores del queso Gruyere (al que tal vez conoces por platos como el fondue, el quiche y la sopa de cebolla) varia de acuerdo a su añejamiento. Puede ser ahumado, dulce o almendrado. La sugerencia es acompañarlo con un pinot noir — no tiene que ser costoso— para que esos sabores ahumados se queden por más tiempo en la boca.
Manchego y vino dulce
Un vino dulce, con sabores a pasas, piña y durazno ayuda a balancear lo salado del queso, y un toque amargo que tiene el vino, como de cafe recién tostado, realza el sabor a leche de este tipo de queso.
Morbier y chardonnay
Si consideras que el queso azul tiene un aroma potente intenta acercarte a un Morbier. Este apestoso queso, que sabe como a un pan con nueces, puede acompañarse con un vino blanco afrutado, con notas de miel o manzana cubierta de caramelo.
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