Estoy segura de que muchas familias, incluida la mía, tiene en su “to do list” la idea de ayudar a los demás, de ser parte activa de la comunidad y contribuir a un cambio positivo en la vida de personas que necesitan apoyo. Lo que ocurre muchas veces es que no sabemos por dónde empezar y terminamos postergándolo año tras año.
Voluntariado: 5 propuestas para hacer en familia

Hacerse tiempo para el voluntariado puede ser el primer paso para crear una tradición familiar que tendrá un significado muy especial y que además permitirá a los más pequeños aprender valores fundamentales como la importancia de ayudar y de estar al servicio de los demás. En Estados Unidos cerca de 65 millones de personas hacen voluntariado cada año y con ello aportan un valor estimado a 175 billones de dólares.
No sólo hay necesidad tras un huracán o un desastre natural, ni hay que esperar la temporada de fiestas para pensar en los demás. En este país hay cientos de organizaciones comunales, estatales y nacionales que necesitan voluntarios todos los días.
En tu barrio
Puedes organizarte con tu familia para hacer trabajo voluntario en tu barrio, ya sea ayudando a cortar el césped o limpiar la vereda en casa de vecinos que no están físicamente aptos para hacerlo o que están solos y necesitan ayuda. La mejor forma de contribuir en tu comunidad es viendo dónde se necesita ayuda y ofrecerla. En el website Handsonnetwork.org se puede buscar por código postal para saber exactamente dónde tú y tu familia pueden colaborar en tu vecindad. También se puede escoger por áreas, es decir, si prefieres que sean organizaciones relacionadas con el cuidado de niños, de animales o para proveer alimentos y demás.
En tu escuela
Una forma fácil de empezar la experiencia de ser voluntario para un hijo es en la escuela. Seguramente durante el año escolar hay actividades que requieren la ayuda de toda la familia, como organizar una feria, una fiesta para recaudar fondos o un día de limpieza del patio del colegio. Pide a la escuela un calendario de eventos y apunta a tu familia para ayudar por algunas horas.
En tu ciudad
Las ciudades necesitan voluntarios para todo: para organizar eventos en comunidades de bajos recursos, para limpiar parques, para cuidar enfermos, para organizar festejos, para atender a las personas sin techo o a niños con necesidades especiales, transportar ancianos y mucho más. Volunteerguide.org , Volunteering in America y allforgod.org, entre otros, te ayudan a encontrar lugares y áreas para hacer trabajo voluntario cada día y también propone ideas para hacerlo en familia.
Por tu propia cuenta
No es necesario recurrir a una organización para empezar a hacer algo positivo. Por ejemplo, tus hijos pueden ofrecer leerle cuentos a niños del barrio que no saben leer o que tienen dificultad con la lectura. También, tu familia puede organizar una colecta de ropa de invierno en el barrio, y dedicarse a recogerla y a llevarla a un albergue de ancianos o la Iglesia del barrio y así usar su tiempo para proveer de abrigo a los más necesitados.
En otro país
El voluntariado es algo que se puede hacer en todas partes, aún estando de vacaciones o de visita en otro país. En este caso requiere más organización y consenso familiar, porque quizá para alguno de tus hijos irse de vacaciones a construir una escuela o a enseñar inglés no suene al principio divertido, pero es una experiencia que probablemente le cambie la vida a muchos, incluida toda tu familia.
Y recuerda, el voluntariado tiene grandes beneficios: permite enseñarle a los niños la importancia de ayudar a los demás y también es una oportunidad para construir memorias positivas.
Por más pequeño que sea el acto de voluntariado, siempre habrá alguien eternamente agradecido.









