Sigo siendo una mujer sexy

¿Sexy yo? Tal vez ya no. Tengo mucho por hacer. Siempre estoy ocupada. No hay tiempo para nada, sólo para atender a mi hijo.

¿Dormir y descansar? El bebé se despierta a menudo por la noche y no duermo bien, tengo ojeras, parece que no es suficiente dormir porque me levanto más cansada. A la hora de la siesta, no me reposo porque aprovecho para hacer montones de oficio que sólo puedo hacer en ese momento.

¿Maquillarme? No, no da tiempo. Además, estoy en casa y si salgo es al supermercado y no necesito estar arreglada.

Después de ser mamá no hay mucho tiempo para uno mismo. Las prioridades cambian. Si te sientes identificada, creo que necesitas saber que sigues siendo una mujer hermosa y sexy a pesar de los grandes cambios de tu vida, de tu cuerpo y tus rutinas. Tal vez pronto volverás a trabajar o estudiar, tal vez no. Pero para poder cuidar a otros, debes cuidarte a ti misma primero.

Hay que sacar espacio para maquillarse, arreglarse el cabello y las uñas, comprar ropa y zapatos, entre otras cosas. Porque vestirse, arreglarse y separar tiempo para sí misma también tiene que estar en la agenda de las mamitas.

No debemos abandonar nuestra coquetería, porque somos y nos sentimos así. ¿No hay motivos para vestirse porque estás en casa? Olvídalo, sólo hazlo. Pues así como nos esmeramos por arreglar a los más pequeños y cuidar a las parejas, entonces debemos hacer lo mismo. ¡Hay que mimarse, consentirse!

Arréglate el cabello a menudo. Y si no se puede, deberías ir como mínimo cada tres meses. Piensa en un corte de cabello diferente, cambia el color, prueba nuevos peinados. También hazte el manicure y pedicure y no olvides la depilación.

Maquíllate así estés en casa todo el día. Tal vez no todos los días, pero por lo menos ponte brillo labial y polvo compacto. Peina y mantén tus cejas. Prueba maquillarte los ojos y si te da tiempo, busca ideas en Internet sobre tendencias de moda. Levántate unos minutos antes y manos a la obra.

Compra ropa que te quede bien, que te luzca. No te sientas culpable por gastar en eso. Lo necesitas también. Además, lo más probable es que tu talla haya cambiado. No se te olvide la ropa interior también debe estar en la lista.

Zapatos, consigue unos bien lindos y úsalos así sea para ir al supermercado. Cargando a un bebé, bolsos, mantas, juguetes y mucho más, tal vez no comprarás los más altos. Pero sí unos cómodos y que te queden bien.

Ya el asunto de la dieta y el ejercicio regular requieren de mayor atención y sacrificio y el ir a un spa no es una prioridad. Pero sabes, hacer algo cada día por ti, por verte bien, es sencillamente lo mejor que puedes hacer. Simplemente eres bella y sexy.