Mucho se ha escrito sobre cómo explicar a un hijo nuestro deseo de ser padres de nuevo o acerca de cómo darle la noticia de la llegada de un hermanito. Existen infinidad de artículos que nos ofrecen consejos que nos ayudan a preparar a nuestro niño para recibir felizmente al futuro bebé.
Qué decirle a tu hijo cuando te pide un hermanito
En este caso somos los padres quienes damos la sorpresa a nuestro hijo sobre la llegada de otro, pero… ¿qué pasa cuando es nuestro niño quien nos sorprende a nosotros con su deseo de tener un hermano y ni siquiera nos habíamos planteado una nueva paternidad?
Imagínate que estás jugando con tu pequeño y de repente te dice: “Quiero un hermanito”. ¿Cómo reaccionarías? ¿Qué le responderías?
Tanto si ya tienes un solo hijo como si tienes varios, quiero que sepas que probablemente tu pequeño algún día sienta la necesidad de expresarte su deseo de tener un hermano y debes estar preparada para ello.
Las razones que motivan a un niño a pedir un hermanito pueden ser:
- Si es hijo único quizás se sienta solo y desee tener un compañero de juegos.
- Si ya tiene varios hermanos y son mayores que él, la razón que lo motiva a pedirte un bebé es tener a alguien más próximo a su edad con quien compartir sus aficiones e intereses porque sus otros hermanos, por la edad, ya no pasan tanto tiempo con él.
A continuación voy a compartir contigo consejos dependiendo de cuál sea la respuesta que des a tu hijo en relación al cumplimiento de su deseo de tener un hermano:
- Cuando la respuesta es “Sí” tu hijo debe saber que:
- Su deseo quizás tenga que esperar un tiempo.
- Un bebé no es un juguete.
- El hermanito necesita muchos cuidados en los que no podrá participar al principio (aseo, comida, etc.).
- Tendrá que esperar a que crezca para jugar con él a determinados juegos.
- El cariño será el mismo para los dos. Deberá aprender a compartir.
Es importante que vayas preparando a tu hijo para la llegada de su futuro hermanito.
2. Cuando la respuesta es “No”. Son varias las razones por las que no podemos ser padres de nuevo o decidimos no serlo otra vez:
Por un lado están las cuestiones económicas que nos imposibilitan o dificultan mantener un nuevo hijo en el futuro. Todos sabemos los gastos que acarrean la crianza y educación de un hijo (alimentación, sanidad, vestimenta, escuela, etc.).
Por otro lado se encuentran los temas laborales que hacen prácticamente imposible conciliar el trabajo con la vida familiar. En esta situación son muchos los padres que deciden tener un hijo o dos, pero no más, porque piensan que no dispondrían de tiempo suficiente para dedicarse a ellos y consideran que sobrecargar a los abuelos con la responsabilidad de criarlos es un abuso cuando se trata de varios hijos. Otros padres ni siquiera cuentan con ayuda.
También están los motivos de salud de la madre. Hay mujeres que padecen enfermedades crónicas y por recomendación médica tienen desaconsejado volver a ser madres porque un embarazo con una salud tan delicada supondría un riesgo para ellas y/o para el bebé.
Otras razones pueden ser: el divorcio de la pareja, la pérdida de un hijo, etc.
En estos casos puedes responder a tu hijo de la siguiente manera:
- “Cariño, sé que te gustaría tener un hermano para jugar, pero un bebé no puede hacer todo lo que tú haces. Ellos se pasan al principio casi todo el día durmiendo y hasta que no se hacen mayores no pueden jugar a todos los juegos que te gustan. ¿Qué te parece si llamamos a un amiguito para que juegues con él?”
- “Tesoro, sabes que trabajamos todo el día fuera de casa y no tendríamos tiempo para cuidar a otro niño. Así podemos pasar más tiempo contigo. Podemos llamar a tus primos y amigos para que juegues con ellos”.
- “Hijo, mamá está un poco malita y no puede tener más bebés porque se pondría peor y pasaría menos tiempo contigo. Puedes llamar a tus amiguitos para divertirte”.
Es muy importante que le dejes claro a tu hijo que siempre podrá disfrutar de la oportunidad de sentirse acompañado y jugar con alguien de su edad cuando lo desee. Así no se sentirá solo.
Recuerda:
- Adapta tu explicación al nivel madurativo de tu hijo utilizando un lenguaje claro y sencillo que pueda comprender.
- La sinceridad es fundamental para no quebrar su confianza en nosotros.
- Háblale con un lenguaje positivo y evita frases del tipo: “¿Cómo? ¿Un hermanito? Pero si ya tenemos bastante contigo”, “¿Un hermanito? Sí, claro, para que andes peleando todo el día con él. No, olvídate”, “No, un hermano no. ¡Con lo que hemos pasado hasta ponerte grande!” Dar estas respuestas a tu hijo puede hacerle muchísimo daño.
¿Tú hijo te ha pedido un hermanito? Cuéntanos cómo has tratado el tema con él.










