La primera vez que entré a una juguetería como adulto me impactó cómo el 90% de los juguetes dentro de la tienda están separados en rosa/azul, en niños/niñas. Seguramente es algo que también sucedía cuando yo era niña, simplemente no me daba cuenta en ese entonces. Me da pánico pensar que mi hijo pueda crecer con esos estereotipos de género anquilosados, en que como si de 1950 se tratara, se fomenta que las niñas practiquen tareas domésticas y se encarguen del cuidado de los hijos y los niños tengan influencia en el exterior, sean “rudos” y “fuertes”.
Por qué le voy a comprar a mi hijo juguetes como muñecas y una cocinita

“La actividad lúdica en la niñez es un proceso psicológico que contribuye a la construcción de la identidad de género y la incorporación de roles, valores, actitudes, comportamientos y aspiraciones acordes con lo que la sociedad reconoce como válido para hombres y mujeres”, comenta Patricia Illescas, sexóloga y terapeuta. Los niños aprenden por observación. Los roles de género han cambiado mucho en los últimos veinte años y parece que la oferta de juguetes no les lleva el paso. Actualmente tiene completo sentido que una niña quiera jugar con una caja de herramientas, ya que ha visto a su madre hacer arreglos en la casa, así como también tiene sentido ver que un niño le da la mamila a su muñeco cuando ha visto a su padre dar de comer, arrullar y dormir a su hermanito.
Es por eso que he decidido que a Lucas (mi hijo) le voy a comprar, además de todos los cochecitos, bloques, pelotas y demás, una muñeca y una cocinita. ¿Por qué? Pues la respuesta es simple: es muy probable que Lucas llegue a ser padre y es certero que vaya a cocinar en algún momento (además de que en mi casa mi esposo es quien cocina la mayor parte del tiempo). Está demostrado que los niños que juegan a cuidar de sus muñecos crecen siendo más empáticos y colaborativos, yo quiero que mi hijo sea un agente de cambio en la sociedad y ayude a lograr una equidad de género.
Los juguetes no tienen sexo, no tienen género, el juego de los niños es libre y espontáneo, naturalmente no se interesan más por unos o por otros, los adultos somos quienes les damos significados a éstos. La identidad de género y los estereotipos que la rodean se construyen con muchos factores, pero cada juguete tiene un papel clave que jugar. Aunque son muy rígidas las normas culturales para que los niños y niñas solamente jueguen con material “diseñado” para su género, me parece que para los niños es más duro, porque en la generalidad no se ve con buenos ojos que un niño arrulle a un muñequito bebé y le de mamila y lo ponga a dormir, cono si eso pudiera hacerlo menos hombre. Si le doy la oportunidad a Lucas para jugar con todo tipo de juguetes, entonces estoy fomentando en él un sentido de independencia, libertad para explorar sus gustos e intereses, así como un sentido de equidad que siempre lo acompañará.
Si le ofrecemos a nuestros hijos la oportunidad de desarrollarse como seres íntegros e independientes, podremos cosechar los frutos como sociedad en un futuro. Nosotros somos quienes debemos promover el cambio, pues las empresas de juguetes no lo quieren hacer, ya que segmentando el mercado logran vender más versiones del mismo producto. En España, padres se organizaron y lograron que un comercial fuera removido, lo puedes ver aquí.
Sólo me queda preguntarles a ustedes, ¿qué opinan? ¿le comprarían muñecas y una cocinita a su hijo?









