Nutrición infantil: logra que tus hijos prefieran alimentos saludables

Marzo es el Mes Nacional de la Nutrición y qué mejor momento que éste para reforzar nuestro compromiso de ayudar a nuestros hijos a comer en forma saludable.

Tanto la Asociación Americana de Nutrición, como los médicos y las autoridades, coinciden en que lo que comemos puede enfermarnos o alargarnos la vida y que la correcta nutrición infantil es el primer paso para una vida saludable y plena.

Las pautas para una buena nutrición infantil son muchas, pero aquí resumo las más importantes:

No saltearse el desayuno: Hace poco se difundió un estudio que confirma que los niños que desayunan tienen mejor rendimiento académico y mejores calificaciones en matemáticas y lectura. Además son menos propensos a tener sobrepeso y a comer más frutas, beber más leche, y probar alimentos variados. Por supuesto, el desayuno debe ser saludable, con leche baja en grasa, cereales, frutas y pan integral.

Comer en familia: Los chicos que cenan sentados a la mesa con el resto de la familia (sin tabletas, ni televisor de por medio) tienen mejor salud en general y lazos familiares más fuertes. Esta reunión familiar también los ayuda a tener mejores notas en la escuela y mejores hábitos alimenticios, aún fuera de la casa.

Ejercitarse: La buena nutrición infantil y el ejercicio van de la mano. Los chicos necesitan 60 minutos de ejercicio diario y los padres necesitan limitarles el acceso a la pantalla o a la tableta. La vida sedentaria trae consigo muchísimos males, por eso es tan importante moverse, caminar, saltar y bailar en familia.

Tomar agua: El agua es el líquido más sano y más beneficioso para todos. Los refrescos y bebidas azucaradas pueden poner en riesgo la salud de los chicos desde temprano. Los médicos recuerdan que el agua es la mejor opción, siempre.

Cocinar en casa: Cuando cocinamos nosotros podemos tener control de los ingredientes y de la calidad de la comida. No hay ingredientes sorpresa o desconocidos y podemos ajustar cada plato al estilo y necesidad de los comensales. También nos permite presentar nuevos alimentos a la familia.

Leer las etiquetas: Esto ayuda a detectar qué ingredientes tiene cada alimento y en qué cantidad. Siempre busco comida baja en sal, sin grasas trans, ni nada artificial (como color, sabor o endulzantes). También procuro que no tenga ingredientes genéticamente modificados, es decir que sea GMO free y que no tenga mucha azúcar.

Controlar las porciones: Para garantizar una buena nutrición infantil, además de servir comida saludable, los padres debemos controlar las porciones. Los platos deben tener una cantidad determinada de frutas, vegetales, granos, y proteínas, tal como se detalla en el portal choosemyplate.

Además es bueno que los niños aprendan sobre frutas y verduras, ya sea pintando, yendo de compras o de paso al campo. Los hábitos alimenticios se aprenden, no vienen incorporados en nuestra genética, de manera que tenemos que enseñarles a los chicos a comer bien, por supuesto, siendo nosotros su primer ejemplo.