Ver a un chiquitín jugando solito me recuerda mucho a mí misma. Yo era además uno de esos niños que hablan solos. A pesar de que tengo hermanos, disfrutaba mucho distraerme a solas con mis juguetes, y recuerdo que algunos de mis juegos incluían monólogos y conversaciones imaginarias.
Niños que hablan solos: que no cunda el pánico

Hoy que ya estoy bastante crecidita todavía me sorprendo pensando en voz alta. Especialmente cuando busco resolver un problema que requiere pasos complicados o mucha concentración. Soy pésima haciendo arreglos en la casa, así que muchas veces me veo dirigiéndome cada paso de una tarea doméstica complicada. También hablo sola cuando veo algo que me enfada o no comprendo. Ver noticias o una buena película a veces me saca una que otra frase en voz alta.
Y es que, la realidad es que todos hablamos solos en un momento determinado. Es parte natural de nuestro proceso de pensamiento y expresión. Yo soy gran defensora del lenguaje y pienso que un acto tan básico como “hablar” es muy sano para la mente y el cuerpo. Naturalmente hablar con otras personas es lo más común, pero créanme que el habla personal con uno mismo, puede ayudarnos mucho. Los problemas suenan mucho más sencillos cuando los exteriorizamos y a veces la paz que necesitamos la podemos encontrar con nuestra propia voz. Eso nos sucede desde que somos niños, y me parece una conducta hermosa del ser humano.
Como padres, pendientes de cada detalle o nueva etapa de nuestros hijos, es posible angustiarnos si observamos que un hijo pasa mucho tiempo hablando solo. Y es muy importante siempre estar alertas del desarrollo de nuestros pequeños. Sin embargo, las estadísticas han demostrado que la mayoría de los niños entre los 4 y los 8 años de edad hablan solos el 20% de su tiempo.
Los psicólogos lo llaman “habla egocéntrica” o “habla privada” y no es más que parte del progreso del pensamiento propio, imitación de las conversaciones de los adultos y otros procesos importantes en el crecimiento como la auto-dirección y auto-orientación.
Es muy normal que los niños durante esta etapa manifiesten pensamientos en voz alta. Y son muchas más las implicaciones positivas que negativas. Los estudios demuestran que los niños que hablan solos ganan control personal, aprenden a exteriorizar sus sentimientos, a comprender el medio que los rodea y a desarrollar su lenguaje.
Mi hijo de 7 años, habla muchas veces solo. Especialmente cuando los juegos incluyen una representación imaginaria con otros jugadores. Por ser hijo único no tiene un compañerito de juegos y la mayoría de sus roles de super héroe o villano necesitan la presencia de otro, aunque sea en su mente, con quién representar este papel. “Ríndete! Ha llegado tu hora, malvado villano”, escucho a veces en su cuarto.
Es parte de su desarrollo creativo el encontrar una manera de divertirse por sí mismos. Esto le da a nuestros hijos confianza y seguridad personal. Muchas veces depende del carácter y la personalidad de cada quien. Mi hermana, por el contrario, no era tanto de los niños que hablan solos. No le gustaba por nada del mundo jugar sola y prefería, y todavía lo prefiere así, estar rodeada de gente con quien jugar o conversar.
La pequeña personalidad que se va mostrando desde muy temprana edad también define qué tanto o qué tan poco habla a solas tu hijo. Hay niños que hablan en todo momento, sin parar. Como si no hubiera filtro entre sus pensamientos y la verbalización, y cada cosa que piensan la dicen inmediatamente, solos o frente a otras personas. Para algunos padres resulta estresante e incluso puede llevarlos a pasar momentos incómodos frente a otros, pero poco a poco estos niños aprenderán que hay cosas que no se deben decir o al menos se deben decir en voz baja a mami o a papi. Es gracioso ver cómo cada personalidad de nuestros niños puede ser completamente opuesta sólo por este detalle de hablar mucho o ser muy calladitos.
Hablar es dejar afuera lo que sentimos y pensamos. Es un hermoso rasgo del ser humano, y cuando nuestros hijos descubren su potencial sólo están desarrollando uno de los más efectivos y maravillosos modos de comunicarnos y entendernos.









