Lifestyle

Lactancia prolongada: un acto de amor mal visto por muchos

Lactancia prolongada
Lactancia prolongada

Estoy en una reunión familiar y de repente mi hija de 20 meses se acerca. Ya sé lo quiere. De manera natural la alzo y comienzo a darle el pecho. Sus largas piernas sobresalen de la manta que uso para cubrirnos y en medio de la escena -muy dulce para mí- comienzan los comentarios del tipo: “¿Todavía le das?”; “¿No está grandecita?;  “Eso es más culpa de la madre” o “Tu leche ya no la alimenta”.  Trato de hacer oídos sordos y de concentrarme en lo que realmente importa: ella y nuestro vínculo de madre e hija. “Los de afuera son de palo” solía decir mi abuela y en este caso respeto el dicho a rajatabla. Lo cierto es que la lactancia prolongada es más común de lo que parece y no debe de avergonzarnos: en realidad tiene más beneficios de los que la mayoría de la gente conoce.

PUBLICIDAD

La Organización Mundial de la Salud recomienda la lactancia exclusiva hasta los 6 meses de edad y complementaría -al menos- hasta los dos años. Sin embargo, es irónico como la misma gente que te felicitaba cuando amamantabas a tu hijo a los dos meses ve con aberración que le sigas dando una vez que camina, tiene dientes y habla. Se ve con normalidad que de grandecitos usen chupetes, pañales y que tomen del biberón pero ¡qué horror si toman pecho! Opinan que es perverso, que no solo no lo nutres sino que además lo conviertes en malcriado y dependiente. Pues no. Si tu también estás amantando a tu hijo y sientes cada tanto alguna crítica, ¡no te sientas un bicho raro! Somos muchas las madres que lo hacemos; solo que por falta de apoyo de un entorno mal asesorado, pasamos a hacerlo casi secretamente, a escondidas; cansadas de defendernos. Es triste como muchas veces hay un destete precoz, casi obligado en el que a la madre le hubiera gustado seguir dando el pecho pero dejó de hacerlo porque los demás lo veían mal.

Es hora de normalizar la lactancia prolongada y derribar los mitos que la condenan. Amamantar -sin importar hasta qué edad- solo tiene beneficios, entre los que están:

  • Disminuir la prevalencia de obesidad en la infancia
  • Proteger contra la diabetes
  • Los niños que aún son amamantados se enferman menos; sufren menos desórdenes de conducta y suelen tener un Cociente Intelectual (IQ) más elevado y un mejor lenguaje.
PUBLICIDAD

Por otra parte, nada indica que los alimentos suplementarios sean rechazados más frecuentemente por los niños amamantados que por los ya destetados y no se ha demostrado que aumente el riesgo de caries.
Opino que cualquier madre que ame y respete a sus hijos es buena madre, sin importar si dio el pecho 4 años, uno o ni un solo día. Opino que ser madre no es competencia y que no hay manual para serlo. Opino que cada una es la madre que le sale y que cree mejor para sus hijos. Opino que a nadie debería de importarle si amamantas o no a tus hijos. Y opino también que cada vez que tengo a mi pequeña de casi dos años en brazos, acostada sobre mí pecho amamantando, la siento segura, tranquila, acogida, feliz. Creo que nada más importa.

¿Qué opinas tú?