Cuando somos niños solemos ser reforzados de manera positiva por nuestros padres de manera inmediata, de forma que podemos saber en el momento si nuestra conducta ha sido adecuada y actuar en consecuencia. Esos refuerzos, en forma de elogios o premios, elevan nuestra autoestima y nos ayudan a desarrollarnos.
La autoestima: ideas para utilizar refuerzos positivos

Leí varias investigaciones sobre esto, y las conclusiones son similares: los niños necesitan identificarse con la imagen que reciben de sí mismos (por parte de sus padres). Por eso, es conveniente apreciar reforzando de manera positiva cada acción de forma independiente. Así, podremos fomentar en ellos una personalidad que favorezca una buena autoestima.
No hay que dejar pasar la oportunidad de brindar una felicitación, un gesto de afecto o unas simples palabras de aliento. ¡No lo olvidemos! Son las herramientas más poderosas que tenemos los padres, para ejecutar el refuerzo positivo y fortalecer su autoestima.
A continuación, te ofrezco algunas alternativas para poder empezar a reforzar de manera positiva:
Elogiar inmediatamente: No debe pasar tiempo entre el comportamiento positivo del niño y la respuesta de los padres, ya que con el paso del tiempo se pierde la eficacia del refuerzo.
Cuadros de incentivos: Utiliza estas herramientas que ya están listas para imprimir, o crea otras nuevas, personalizando junto al niño. Son una buena manera de hacerlo participar activamente en este camino de formación. Te sugiero pegarlos en un lugar que sea visible para el niño y que juntos vayan marcando el logro de cada objetivo alcanzado.
Brindar un regalo material: Reforzar no siempre significa dar un premio material. Aunque, ocasionalmente, puede resultar un buen recurso para motivar y reforzar la conducta que deseamos ver en los hijos, conviene no abusar de su uso para no convertirlo en una costumbre.
Realizar un seguimiento sistemático: Los niños tienen prioridades diferentes a las de los adultos, por lo que el seguimiento es tarea de los padres. Comunica todas las veces que sea necesario el refuerzo positivo, para ir fortaleciendo poco a poco su autoestima.
No consentir o permitir la conducta no deseada: Debemos mantener constancia en la aplicación de los refuerzos positivos. No pueden variar de acuerdo a nuestros estados emocionales o cansancio físico. Esto genera inestabilidad y confusión en la formación del niño.
La adquisición y consolidación de las conductas deseadas es un camino que se compone de pequeños pasos que van acercándonos a la meta final. ¡Adelante!









