El poder de las palabras mágicas

Hay palabras que abren las puertas de cualquier lugar, te permiten salir victorioso en muchas situaciones y también alegran los corazones. Palabras que tienen un significado profundo y que hablan muy bien de quienes las dicen. Son varias las que se pueden usar, pero las más poderosas son gracias y por favor.

Cuando vemos que los niños desde pequeños mencionan estas palabras mágicas, nos sentimos felices de verlos moviéndose socialmente con destreza, porque sacan sonrisas y muchos cumplidos para ellos y sus padres. Y es que eso habla bien de la familia en general, de su educación.

Estas palabras especiales hacen parte de enseñar buenos modales a los hijos, tanto como saludar, despedirse o pedir permiso.  Son mágicas pero no se aprenden mágicamente, deben enseñarse, primeramente con el ejemplo y el profesor eres tu mismo como padre o madre.

Que sea una costumbre pedir las cosas siempre diciendo POR FAVOR e insistiendo con  cariño si se llega a olvidar. Al hacerlo, reconocemos a la otra persona, le damos un lugar e importancia, les permitimos tomar la decisión de ayudarnos o darnos algo que deseamos.

El hecho de dar GRACIAS por todo, por lo que otros hacen por nosotros, por su ayuda, por los regalos, por atenciones, es realmente importante. Pues eso va más allá de las palabras, se transmiten valores y se les enseña empatía y a saber relacionarse con los miembros de la familia, con los amigos y conocidos.

Yo usualmente pregunto: ¿cómo se dice? para recordarle a mi hija lo que debe hacer. O simplemente digo:  ¡Alguien no ha dicho una palabra mágica! y la respuesta es casi inmediata. Y cuando responde o lo dice sin tener que recordarle nada, le echo flores, le digo que lo hizo bien, la animo, la felicito, le digo que siga así. También, le doy besos y abrazos cuando me ayuda en algo en casa y le agradezco no solo con las palabras, sino con demostraciones de cariño.  Así, le hago un refuerzo positivo cargado de mucho afecto.