Consejos para un buen diálogo con nuestros hijos

Como padres, somos responsables de establecer hábitos que favorezcan una buena comunicación, entre todos los integrantes de la familia, día a día sobre diferentes temáticas.

Es un reto apartarse de la tecnología, manejar el tiempo y conceder momentos para la comunicación con nuestros hijos.

Aquí comparto algunos consejos para implementarlo:

1. No imponer nuestras opiniones: Escuchar significa tener una actitud positiva sin imponer juicios, utilizando todos los sentidos para comprender lo que te dicen, sin interrupciones y con paciencia. Muestra afecto y aceptación, demostrando que te importan en cada momento que te requieran.
2. No corregir o comparar: El diálogo debe ser sencillo, abierto y espontáneo, con el fin de crear un momento para comunicarse. Trata de dejar de lado la gramática o las comparaciones que no suelen favorecer para este momento.
3. Utilizar el contacto físico: Al momento de dialogar con tus hijos, recuerda que también nos comunicamos con el lenguaje corporal. Mantén todos tus sentidos alertas en ese momento, y trata de manifestar muestras de cariño mediante palabras, abrazos y gestos, ¡siempre son bienvenidos!
4. Empatizar: Ponte en el lugar de tus hijos y trata de entender sus necesidades, sentimientos y problemas respondiendo correctamente a sus reacciones emocionales. No juzgues las diferencias entre ustedes.
5. Mirar a los ojos: Mantén el contacto con la mirada de tus hijos, demostrando interés y afecto en este momento. La mirada es un cimiento fundamental e imprescindible para un buen diálogo. No olvides un tono de voz acorde y un buen clima.
6. Ser honestos y humildes: Quizás el momento de tu hijo no coincide con el tuyo, pero es fundamental decir la verdad y explicarle que no te sientes bien. Un simple enunciado, “Necesito estar mejor para hablar contigo, hoy no estoy bien, lo anotamos y nos volvemos a juntar”, es preferible que hacerlo por obligación, porque perderá su eficacia. Eso sí, ¡no te olvides que quedó pendiente! Si no, perderás la confianza.

Y tú, ¿qué consejos puedes agregar para establecer un buen diálogo con nuestros peques?