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Como orientar a tu hijo para una vida espiritual

Un estudio hecho en la Universidad de Columbia resalta  que la espiritualidad puede determinar el grado de  felicidad de los niños. Por eso, como padres tenemos que pensar estrategias que nos ayuden a inculcar desde pequeños una vida espiritual  a nuestros peques

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Aquí algunas ideas para implementar en casa:

Confeccionar un diario de gratitud: enseñarles y acompañarlos (una vez a la semana) dedicando a escribir una oración breve y sencilla  agradeciendo por algo que tengan.

Es importante que vayan adquiriendo el hábito de agradecer y que lo puedan hacer cuando su corazón lo sienta.

Pongan música relajante: pueden acostumbrarlos a poner una música suave e instrumental en algún momento del día. Esto los ayudará a relajarse e inclusive podemos ir agregando preguntas o conversaciones, que ayuden a reflexionar sobre el cambio que notan con la melodía puesta de fondo.

Exclamá oraciones y frases en voz alta: los padres  siempre somos el ejemplo con nuestras acciones diarias. Por lo tanto, comienza el día exclamando ¡Gracias naturaleza  por este hermoso día! o ¡ Gracias sol por haber salido hoy!

Practiquen momentos de silencio: enséñale a estar en silencio en algún momento de la semana, no importa cuánto tiempo sea porque son pequeños. Lo importante, es hacerle resaltar que el silencio es una buena pausa  de armonía y a veces lo necesitamos, porque vivimos con mucho ruido.

Orar: puedes enseñarle antes de irse a dormir a relatar  una pequeña oración o frase  de agradecimiento.

Pedir deseos: escribir peticiones para ellos, para sus amigos y el mundo. Cortar  pequeños cartelitos de colores, escribir un deseo  y colocarlos  en un cofre de deseos. Esto los ayudará a ser generoso con los otros y podrán a conciliar el sueño con más tranquilidad porque pedir algo que necesito alivia el alma.

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Leer :  los cuentos  y las poesías son  excelentes recursos para explorar el mundo interior de las emociones de nuestros peques. Les permitiremos un espacio para  abrir su corazón y dialogar libremente sin actividades estructuradas.

Resaltarles  los  momentos sencillos e importantes: hay momentos únicos que nos despiertan  una sensación especial y son más importantes que las cosas materiales. Por ejemplo, recibir un abrazo, festejar el día de cumpleaños,  comer en familia, jugar con mis amigos.

Ayúdale a realizar  un listado de momentos  especiales  que recordará  siempre en su corazón. Esto le permitirá ir distinguiendo lo superficial de lo más esencial.

Orientarlos a que puedan expresar su mundo interno: guiarlos a que puedan responder preguntas: ¿cómo estoy?, ¿qué necesito?, ¿qué quiero alcanzar? 0 ¿qué me pone triste? Escucharse a uno mismo es un hábito que hay que poner en práctica día a día. Nuestra tarea como adultos,  es escuchar atentamente y guiar con preguntas generando espacios de intercambio.

Y tú, ¿cómo ayudas a desarrollar la espiritualidad de tus peques?