No hay nada más fascinante que leer con tu hijo. Además de tener múltiples beneficios para él, puede ser un momento mágico y sencillo para ambos. Pero, ¿cómo acompañamos a los hijos en este momento tan especial?
Cómo leer con tu hijo

Aquí algunos secretitos para leer con tu hijo y acompañarlo:
El ambiente: Es importante que el clima sea el adecuado, tratando de evitar estímulos o ruidos que distraigan y generando un espacio con cierta complicidad entre el lector y el oyente.
Modelado: Recuerda poner entusiasmo y alegría con todo el cuerpo. Así, tu niño se sentirá más atraído por la lectura, prestará más atención a la historia y te pedirá que vuelvas a contárselo nuevamente. Es importante repetirle la lectura con la misma emoción y utilizando las mismas palabras o gestos exagerados.
Permitir espacios de participación: Deja que tu niño participe activamente en la elección del cuento con preguntas, petición de alguna repetición o cancelación de la lectura por algún motivo personal.
Repetición de onomatopeyas: Las onomatopeyas causan mucha risa a los niños. Lee con énfasis, utilizando tonos de voces diferentes y todo tu lenguaje corporal, en especial gesticulaciones exageradas. ¡Se divertirán juntos!
Leer juntos: Propongan compartir una lectura juntos (al mismo tiempo) en voz alta.
Susurrar al oído: Lee un cuento susurrándole al oído con un tono de voz suave, y luego cambien los roles. Ésta es una variable que suele gustar mucho a los niños.
Prestar atención a los dibujos: Acompañen la lectura mostrando y explorando los dibujos para que él pueda realizar comentarios sobre lo que percibe visualmente.
Observar juntos: Exploren, observen y jueguen con el material. Por ejemplo, busquen diversos colores, miren los personajes y los paisajes, destaquen onomatopeyas y encuentren rostros graciosos de diferentes emociones, antes de empezar la lectura. ¿Y quién lo encontró primero?
Liberarse de los prejuicios: A la hora de leer con tu hijo, intenta dramatizar todos los personajes y simplemente divertirte. Ambos disfrutarán de este momento. ¡Es una buena oportunidad para volver a ser niños!
Compartir un cuento con nuestros hijos, es una tarea de amor que no tiene horarios fijos, que te ayudará a reforzar ese vínculo especial con tu hijo, dejando un recuerdo inolvidable para ambos, ¡por siempre!
Había una vez…









