Cómo confiar en quien cuida de tus hijos

“Tengo que dejar a mis hijos para ir a trabajar y debo encontrar alguien de confianza que los cuide en mi ausencia”.  Somos muchos los padres que alguna vez nos identificamos con esta afirmación y no es una situación sencilla, sobre todo si partimos de la premisa de no tener a nadie conocido y de confianza que pueda cuidarlos (como una madre o amiga).  ¿Cómo encontrar a la persona ideal? ¿Cómo poder partir de casa tranquilos sabiendo que nadie les hará daño?

Para empezar, tranquilízate

Piensa que no eres ni la primera ni la última madre que tiene que dejar a sus hijos para trabajar y que muchos padres en tu misma situación encontraron buenas niñeras: si sus hijos están bien bajo el cuidado de alguien más, también lo estarán los tuyos.  Pero… ¿por dónde comenzar a buscar?

Básicamente, tienes dos opciones: o lo mandas a una guardería o consigues una nanny que vaya a tu casa.  Lo bueno de las guarderías es que tus hijos podrán socializar con otros niños de su misma edad y, además, estarán bajo el cuidado de profesionales con licencia y vasta experiencia supervisados -a su vez- por alguien más.  Lo malo es que debes ajustarte a sus horarios estrictos, suelen ser costosas y en ellas los niños se enferman más. Si te pesan mucho las desventajas de una guardería te queda la opción de conseguir una niñera. La ventaja es que tus hijos se quedan en casa, con sus rutinas y sus espacios; la gran desventaja es que en tu casa quedarán solo ellos y la nanny; no habrá más testigos de que tan bien -o mal- cumpla la niñera su función protectora. Por eso es difícil encontrar a alguien en quien podamos confiar.

Para encontrar una buena niñera pregunta a todos tus conocidos si conocen a alguien de confianza. Cuanto antes empieces la búsqueda, mejor. Si no tienes suerte con el boca en boca, recurre a agencias de trabajo especializadas. En ellas te preguntarán cuáles son las cualidades que buscas y te ayudarán a encontrar a la persona adecuada. En las agencias las referencias están chequeadas así como también los antecedentes penales: puedes confiar bastante en la persona que te ofrecen.

Una vez que elegiste niñera es hora de comenzar a construir una relación de confianza con ella. Es muy difícil dejar a tu hijo al cuidado de alguien a quien apenas conoces por lo que si es posible, empléala una o dos semanas antes de que tengas que comenzar a trabajar.  Así podrán conocerse mejor y tus hijos se irán familiarizando con ella en tu presencia lo que les dará seguridad.  Cuando finalmente debas trabajar, evita la vigilancia paranoica pero nunca dejes de supervisar con discreción.  Salir al trabajo y volver al rato a “buscar algo olvidado”, regresar sorpresivamente del trabajo una hora antes o hacerle video llamadas son algunas alternativas para chequear cómo cuida a tus hijos aunque, en realidad, el mejor indicador sobre que tan buena o mala es la niñera son tus hijos.  Obsérvalos, pregúntales cómo estuvo su día, qué hicieron; vigila cambios de comportamiento y considera cómo es la relación con la nanny.  Si ves que la quieren y los encuentras felices al llegar a casa, ¡felicitaciones! Has encontrado a tu niñera ideal.