Es normal que los niños quieran escalar, trepar y moverse puesto que están descubriendo sus capacidades, es una forma de desarrollar sus habilidades motoras gruesas.
¿Tu hijo es hiperactivo? Permítele hacer esto...

Pero cuando hablamos de niños hiperactivos, no solo hablamos en la etapa de desarrollo, sino que su afán de movimiento dura mucho más. Quizá te parezca que su comportamiento es inadecuado e incluso irritante, pero en el fondo, lo que realmente te preocupa es su seguridad.
A un niño hiperactivo no se le puede impedir el movimiento porque estarías atentando contra sus necesidades básicas. Únicamente tienes que respetar este sentimiento pero con normas, reorientar ese impulso y también adecuando tu casa para que sea más segura para tu hijo.
Seguridad dentro y fuera de casa
En tu casa todos los rincones tendrían que ser seguros para tu hijo. Una solución es eliminar todos los objetos verticales y no dejar nada demasiado alto que tu hijo pueda trepar. Él no entiende el peligro de sus actos si no se lo explica. Intenta que la decoración de tu casa esté adaptada para que tu hijo no se lastime.
También habrá momentos en los que tu hijo tendrá que permanecer quieto, por ejemplo, si vas al médico no podrá subirse por las sillas y menos correr por los pasillos. En estos casos es importante que apliques técnicas de disciplina eficaces para detener el comportamiento.

Canalizar la energía del niño
En muchas ocasiones el movimiento de tu hijo será imparable y las ganas de escalar, correr, saltar... No significa que solo es feliz si todo el tiempo está en movimiento, simplemente es su deseo de estar activo. Puedes evitar el caos si satisfaces el impulso de tu hijo con actividades que le sean de interés y le ayuden a canalizar toda esas ganas de moverse.
Lo primero que debes hacer es aceptar que tu hijo no tiene por qué quedarse quieto, y que puedes ayudarle a que sea más paciente cuando se enfrentan a una situación en la que no debe moverse mucho. Por ejemplo, si tu hijo tiene que estar en el médico esperando, después de la consulta pueden ir al parque a jugar un rato.
Si pretendes que tu hijo hiperactivo juegue sentado en un rincón, seguramente estarás empujándole a que se ponga nervioso. Por eso, si sabes que tu hijo tiene la necesidad de correr, saltar, trepar... es mejor crearle un espacio para él o potenciar actividades que le permitan ese movimiento.







