Las alergias en los bebés son una reacción adversa que se manifiesta cuando nuestros pequeños entran en contacto con algo en particular. Existen las alergias a determinados alimentos, como los huevos, los lácteos o las nueces, así como también al polen, los ácaros presentes en el polvo ambiental o los pelos de los animales domésticos, como los gatos.
Todo sobre las alergias en los bebés

En los últimos años, se ha detectado que cuatro de cada diez niños sufren de algún tipo de alergia, mientras que el número de personas alérgicas también ha aumentado. Por eso, hoy te acerco información para que sepas a lo que te enfrentas si tu hijo desarrolla una reacción alérgica.
¿Qué es una reacción alérgica?
Cuando se produce una reacción alérgica es porque una parte de nuestro organismo ha entrado en contacto con una proteína de una sustancia llamada alérgeno. Entonces, el sistema inmunológico del organismo produce un anticuerpo llamado Inmunoglobulina E, que envía una señal a las células que contienen grandes cantidades de una sustancia llamada histamina, que es la que pone de manifiesto los síntomas externos, como picazón en los ojos y la nariz, erupciones cutáneas, ojos y labios hinchados, diarrea y vómitos, entre otros.
Afortunadamente, las reacciones alérgicas graves son muy raras.

¿Cómo se detectan las alergias?
Si el pediatra sospecha que tu hijo puede ser alérgico, te pedirá que le realices una prueba de punción cutánea, que consiste en colocar gotas de los principales alérgenos en el brazo de tu pequeño y realizar un pequeño pinchazo en cada gota, para ver cómo reacciona la piel.
Las alergias más comunes en los niños suelen ser los eczemas en la piel, que llegan a afectar hasta el 20% de los niños más pequeños y las alergias a algunos alimentos, que llegan a afectar hasta un 8% de los niños.

¿Cómo tratar las alergias más comunes en niños?
Además de seguir las indicaciones del médico de cabecera, hay algunas medidas preventivas que pueden realizarse. En el caso de la alergia a los ácaros del polvo, por ejemplo, es conveniente mantener muy bien higienizados los almohadones, los juguetes, las alfombras y cortinas.
También existen casos de niños alérgicos a los pelos de gatos y perros. Si tienes una mascota y tu hijo sufre este tipo de alergia, tendrás que replantearte el tener a la mascota. Si no puedes desprenderte de ella, limita lo más que puedas la permanencia del animal en la misma habitación que tu hijo, e incluso en el interior de la casa; baña tu mascota cada dos semanas y mantén bien higienizado el lugar donde tu mascota suele dormir.
Comparte cómo tratas la alergia en el caso que tu pequeño la padezca.









