¿Por qué los niños no deberían jugar a las escondidas?

Hoy en día hay estudios y conclusiones que sorprenden, es el caso del tema que trataremos hoy, ¿por qué los niños no deberían jugar a las escondidas? ¿Alguna vez se te hubiera ocurrido que un juego tan tradicional como antiguo fuera perjudicial para tus niños? Bien, parece que el juego no es tan inocente como podríamos creer.

Jugar a las escondidas ¿no es bueno?

Este juego está prohibido desde hacen un tiempo en un colegio de Inglaterra; surgió a raíz de una condena impuesta a un hombre que ha confesado abusar de menores de 5 años en adelante, cuando él solo tenía 17 años aprovechando a que jugaban a las escondidas.

Claro que esto puede interpretarse y vivirse de varias formas según la perspectiva que tenga cada uno; hay padres que desean que sus hijos se sientan y sean libres, experimenten por sí mismos y perciban el mundo como un sitio seguro donde vivir.

Por otra parte, están aquellos padres que pueden denominarse como término medio y que cuidan de sus hijos haciéndoles saber los peligros que existen, pero sin que esto llegue a resultar obsesivo y castrante; más que nada se basan en el sentido común y el equilibrio.

Dentro de los juegos infantiles, éste es más que habitual y ya sea que los niños jueguen a la escondida en el patio del colegio, en un parque o en nuestra casa, sería bueno advertir sobre ciertos peligros o situaciones con las que podrían encontrarse, a continuación veremos algunos puntos acerca de los cuales es bueno reflexionar.

Jugar a las escondidas implica…

• Fomentar que actitudes como ocultar y tener secretos es correcto.
• El juego consiste en esconderse y no salir; algo que promueve esconder o encubrir lo que no se debe hallar.
• Es un juego que de algún modo está inculcando a los niños que deben hacer cosas que no están bien; es contradictorio porque el juego enseña a ocultar y por lo general los padres decimos que no es correcto esconder nada.
• Niños de diferentes edades juegan a la escondida, los más pequeños no comprenden ni distinguen entre el ocultarse para jugar y lo que esto implica en la vida real.
• Si bien, la prohibición en algunos centros escolares fue derivada de abusos realizados durante el juego y sin intención de ser alarmista, a nivel personal se de niños que han padecido tocamientos por parte de otros mayores aprovechando la fase oculta del juego.

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