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Los momentos más feos de ser madre

Creo que siendo madres todas tuvimos ese momento “tragarme tierra”. Con niños pequeños o grandes es imposible evitar determinadas situaciones. Lo bueno de ese tipo de situaciones es que, después de que pasan, podemos contarlas y reírnos de ellas. 

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El momento del incidente es terrible, sin duda alguna, pero seguro que después de que respiramos hondo y pensamos, terminamos soltando una buena carcajada. Seguro que a ti también te ha pasado, así que te invito a compartir los momentos más feos de ser madre con nosotras.

Los berrinches

Seguro que los momentos más feos de ser mamá están ligados con los berrinches, esos que llegan sin aviso y nos desarman todos los plantes que teníamos, por ejemplo para el día de compras. Las miradas, la situación, todo hace y apunta a hacernos sentir las peores madres del mundo, pero afortunadamente los berrinches no duran para siempre.

Las caídas

Es raro, pero cuando una es madre siente como propias las caídas de sus hijos. Muchas veces creo que nos duele más a nosotras que a ellos que se paran y ni necesitan un sana sana.

Imagen Thinkstock

Las rutinas diarias

Si bien las rutinas nos ayudan a mantener un orden, y a que los más pequeños sepan qué va a suceder día a día... son extenuantes... aburridas... Sin duda alguna, las rutinas son uno de los momentos más feos, no se si de la maternidad, pero sin duda alguna del día.

El caos

Con niños pequeños es casi imposible mantener el orden, los juguetes suelen estar en todos lados, no importa cuantas veces al día los levantemos, seguro que a la mañana cuando nos despertemos seguiremos encontrando juguetes en el camino. Intentar mantener el orden es otra de las cosas más feas de la maternidad. A mi por ejemplo me pasa que comienzo a ordenar y limpiar por un lado y mi pequeño me sigue sacando todo de las cajas. Las veces que puedo llegar a juntar cosas del piso antes de llegar a lavarlo ¡son incontables!

Imagen Thinkstock

¿ Cuáles son tus momentos más feos como madre? No dejes de compartirlo con nosotras, seguro que nos ayudan a sentirnos mejor y con un poquitito menos de culpa.