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Lecciones que los padres aprendemos tarde

Hay un dicho que dice “más vale tarde que nunca” y está muy bien para aplicarlo cuando tienes otra oportunidad. Para los casos en los que se tiene solo un hijo, hay cosas que los padres hubieran querido aprender antes para poder llevarlas a la práctica. Quizá puedan hacerlo con sus nietos, aunque no será lo mismo. Veamos cuáles son.

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Dejar que experimenten

Hay algo que he entendido a la perfección, lo comprendí con mi primer hijo adolescente, con el segundo pude aplicarlo bastante y con el tercero ya lo hago casi al cien por ciento. Se trata de comprender que por mucho que sintamos la necesidad de hacerles entender a nuestros hijos que no les conviene tomar ciertas decisiones o pasar por determinadas situaciones, será muy difícil que éstos no lo hagan.

¿Por qué? Simple, en primer lugar siempre que se dice un no, parece que tomaran la dirección contraria; pero en segundo, es porque si no viven la experiencia no aprenden. Tienen que vivirlo en su propia piel, por mucho que nos duela es así. Seguramente si miras para atrás en tu vida, en algún momento habrás hecho lo mismo. Yo como hija, reconozco que lo echo cientos de veces.

Permitir las equivocaciones

Esto es algo muy importante que debemos dejar que ocurra. No es conveniente que los padres estemos siempre allí cuando ocurre algo para solucionar sus problemas. Lo sé, es difícil y muy tentador hacerlo, pero no es bueno para nuestros hijos. Ellos deben aprender por sí mismos a asumir responsabilidades y consecuencias de acuerdo a las decisiones que toman. Esto es algo que los padres sobreprotectores también deben aprender a hacer.

Ver más: Cómo cuidar a un hijo sin ser sobreprotector

Imagen Thinkstock

Dejar elegir

Esto es difícil de hacer, pero muy necesario. En primer lugar porque aunque veamos que la elección que hacen no es la correcta o la mejor para ellos, forma parte de su aprendizaje, pero también es importante hacerlo porque la realidad es que nadie tiene la bola de cristal y no sabemos hasta qué punto la elección de nuestros hijos pueda cambiarles la vida. Por ejemplo, en cuanto a la carrera que escojan seguir, o cuando toman la decisión de hacer un largo viaje o ir a estudiar a otro país, dejar de estudiar para conseguir un trabajo, entre muchas otras posibilidades.

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Poner límites

Gracias a la educación que tuve sobreprotectora y limitante, con mis hijos me he ido al otro extremo y es algo que les sucede a muchos padres. Saber poner los límites justos es realmente necesario para que los hijos sepan hasta dónde pueden llegar según las reglas y normas que se establecen dentro de la familia. Si no hay un orden claro y una frontera que entiendan que no deben cruzar, de algún modo de forma implícita es como decirles que vale todo.

Esto a la larga se convierte en un problema, ya que luego como padres no podemos reclamar nada ni reprender un comportamiento para el cual nunca hubo normas definidas.

¿Qué otras lecciones crees que los padres aprendemos tarde? ¡Comparte tu punto de vista!

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