La importancia del agua para tu bebé

¿Alguna vez pensaste en lo importante que es el agua para tu bebé? Todos venimos del agua, nos formamos dentro de una bolsa llena de un líquido calentito que nos envuelve, nos acaricia, nos sostiene y nos protege. Así es. Durante los 9 meses que dura la gestación los seres humanos, vivimos en el agua. ¿Por qué al nacer vamos a perder la posibilidad de volver al agua?

En iMujer, consultamos a una especialista en el tema de llevar a los bebés a sus orígenes acuáticos: Mariana Carnaghi es profesora de natación para bebés y niños.

Su idea, es pensar en el momento del baño del bebé, como un momento especial, que va más allá de la higiene. Mariana busca que los papás vivan el baño como una actividad de amor y ternura, y como la posibilidad de llevar al bebé a su lugar conocido.

¡No te pierdas todo lo que nos contó Mariana!

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¿Cómo empezamos?

Mariana recomienda siempre en los primeros baños, en la medida de lo posible, bañar al bebé de a dos. Esto da mayor tranquilidad y seguridad tanto al bebé como a los papás. Un tip importante es que si tu bebé llora cuando le sacas la ropa, puede ser porque se siente desprotegido, entonces podés ponerle una toalla en el torso o una mantita para darle equilibrio y sensación de protección.

Primero debes mojar sus piecitos y de a poco ir introduciéndolo en la bañera hasta que quede flotando boca arriba. Podés tomarlo de la cabeza con una mano o también pasar el antebrazo por debajo del cuello, tomando el hombro en forma de anillo y ubicando la otra mano debajo de las caderas, hasta que te animes a sacarla para que el bebé flote solito. El sostén debe ser suave, dejando que las propiedades del agua le permitan flotar. Para eso, tenés que "entregar el bebé al agua", siempre con el sostén de la cabeza que es lo que le da el equilibrio.

Es importante mantener la mirada con el bebé durante todo el baño. Cantarles o ir contándoles lo que vamos haciendo es una muy buena idea.

¿Qué hacer durante el baño?

Para lograr esta vuelta a los orígenes de la que nos habla Mariana, es importante antes de empezar con la parte higiénica del baño, dejar que tu bebé flote, para que pueda explorar nuevos movimientos y sensaciones (distintas a las del medio áreo) hamacándolos y meciéndolos. También es importante dejar que mueva sus piernitas y brazos libremente. Una buena idea es llevarlos hasta la pared de la bañera y dejar que sus pies la empujen, así estarán recreando las pataditas que te daba cuando estaba dentro del útero.

Si les cae un poco de agua en la cara, no hay problema, dejá que el bebé se familiarice con esto ya que es lo que les va a permitir más adelante no tenerle miedo al agua. 

Nunca dejes que el agua se enfríe. Si el baño dura un poco más, porque el bebé lo está disfrutando, hay que ir desagotando de a poquito y agregando más agua caliente.

Otra cosa que les encanta y que lo va a tranquilizar mucho, es el ruido de lluvia, existen unos vasos que tienen agujeritos en el fondo, entonces mientras el bebé flota y lo sostenés con una mano, con la otra podés ir llenando el vaso con agujeros y vaciándolo de a poco para que lo escuchen. Si no encontrás estos vasos, siempre podés hacerle vos algunos agujeros a un vaso de plástico finito.

¿En qué horario es mejor bañarlos?

Se puede bañar al bebé en cualquier momento del día: mañana, tarde o noche. Pueden hacerlo día por medio, o cuando quieran. Lo que aconseja Mariana es hacerlo alejado de las comidas y en lo posible, también del sueño.

Esto es porque hay bebés a los que el agua los estimula y quedan más despiertos, mientras que a otros los relaja. Es cuestión de que veas cómo es tu bebé y aprendas qué es lo mejor para él. 

Lo ideal es esperar 20 o 30 minutos después de que haya comido para que no haya ningún "accidente" en el agua.

¡El baño es también muy bueno para aliviar los cólicos!

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¿Cuál es el lugar adecuado para bañarlos?

Mariana recomienda bañar a los bebés en la pileta del lavadero o cocina, en una piletita inflable, en una palangana grande o hasta en un balde. ¡Si! Un balde.  Este tipo de baño se utiliza mucho en Brasil, donde se llama Banho do Balde. Mirá este video para ver qué es. 

A medida que vaya creciendo tu bebé, podés ir explorando más y más de las posibilidades que les brinda el agua. Los baños pueden ir prolongándose. Pueden empezar a chapotear, patalear, hacer burbujas, ¡todo vale!

Alrededor de los 4 meses, tu bebé ya puede ir a una pileta de matronatación, y si ya están familiarizados con el medio, su adaptación será más rápida. 

El agua les brinda a los bebés equilibrio, sostén, juego, estimula su sistema nervioso y sus músculos. Los bebés pueden mantenerse parados dentro del agua antes que en la tierra. También les permite relajarse, y al mismo tiempo los mantiene activos y felices.

¿Qué te pareció todo lo que nos contó Mariana Carnaghi? ¿Probaste esto con tu bebé? ¡Contame!