La autoestima en los niños

La autoestima es considerada la armadura del niño frente a los desafíos de la vida. Los niños que se sienten bien consigo mismos suelen crear las herramientas para manejar conflictos y resistir ante las presiones. Además, tienden a sonreír más y disfrutar de la vida, siendo realistas y optimistas.

Por el contrario, los niños que no desarrollan una alta autoestima, son más proclives a la ansiedad, frustración y depresión. También suelen caer en pensamientos auto-críticos, como “Yo no puedo” y “No puedo hacer nada bien”.

La autoestima puede definirse como la sensación de capacidad, combinada con el sentimiento de ser amado. Ambos deben estar equilibrados, ya que si el niño es amado pero no cree tener la habilidad de hacer diferentes tareas puede desarrollar una baja autoestima. Asimismo, si éste cree tener la destreza pero no es apoyado por sus padres, puede desarrollar el mismo problema.

¿Cómo pueden ayudar los padres?

Tener cuidado en lo que se dice. Los niños son muy sensibles a las palabras de sus padres, así que no solo felicitarlo es importante cuando logra un objetivo, sino que también se lo debe felicitar por el esfuerzo.

Ser un buen modelo a seguir. Si es pesimista o muy duro consigo mismo, el niño va a imitarlo, y eso creará una baja autoestima.

Ayuda al niño a crear experiencias constructivas. Actividades que fomenten la cooperación y no la competencia, a la larga ayudará a tu hijo a fomentar su autoestima.