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El ombligo de los recién nacidos

Una de las partes más importantes de todo recién nacido es el ombligo, aunque al crecer este elemento se olvida y casi pasa desapercibido por los adultos. A través del ombligo se produce la conexión entre el feto y la placenta materna. Por medio del cordón umbilical, nutrientes, sangre, fluidos, etc., se transmiten del uno al otro.

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Cuando el bebé nace la función del cordón desaparece y, al cortarse, queda un muñón en el centro del vientre infantil. La zona comienza a sanar a medida que pasa el tiempo y va tomando la coloración normal de nuestra piel. Veamos qué debemos esperar del ombligo de los recién nacidos las primeras semanas y meses de su vida.

El ombligo del bebé los primeros meses de vida

Nacimiento

Al nacer el bebé, el cordón umbilical late, pues durante los primeros minutos aún lo alimenta. Pero inmediatamente los médicos le colocan un clip y se realiza el corte. En algunos lugares es tradición que corte el padre o algún miembro de la familia. Al salir del hospital se le quita el clip al pequeño.  

Primera semana

En la primera semana de vida del bebé el cordón umbilical se va secando poco a poco, se va convirtiendo en una especie de tronco de color negro o marrón, empieza a aflojarse, y ya en el día 10 es muy posible que se caiga del todo. El ombligo que queda parece una herida abierta, mas no debe estar infectado.

Primeros meses

En la medida que corren las semanas, esa herida comienza a cerrarse gradualmente y ya para el segundo mes debe estar sana la región. Excepcionalmente algunos demoran un poco más en curarse, pero no es de preocupar porque sucede de manera natural un poco después.

Imagen thinkstock

Cuidados del ombligo del recién nacido

Baño

Muchos padres prefieren darle al niño un baño de esponja en los primeros días de nacido, hasta que el muñón ya se haya caído. Sin embargo, esta es una decisión personal, pues también otros los sumergen en la tina a los dos días de nacer y le pasan un paño húmedo por todo el cuerpo.

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Toque del ombligo

Es mejor no tocar el ombligo del bebé hasta que ya la zona esté sana. Ello evita la infección por contacto. Cuando la piel esté cerrada se puede tocar y lavar los pliegues.

Remover la piel muerta

Algo que no debe hacerse de ninguna manera es quitar el muñón del ombligo por nuestra cuenta. Repetimos, esta piel muerta se cae de manera natural y, si lo hacemos nosotros, corremos el riesgo de que se produzca una lesión de la piel o un desgarramiento.

Posición de lo pañales

Para evitar que los pañales rocen el ombligo del recién nacido y lo dañen, dobla la parte superior delantera de estos accesorios. Así ayudarás a que la zona se sane lo más rápidamente posible.

Ropa

Es preferible que la ropa no roce tampoco esa área, así pues, no cubras el ombligo. Verás cómo el aire fresco ayuda a que la piel se regenere enseguida.

El ombligo del recién nacido es un área sensible que, como toda herida, es mejor dejar que se cicatrice de manera natural sin violentar las etapas normales de regeneración capilar. Cuidando a tu pequeño, evitarás futuras infecciones.