Muchas cosas o quizá ninguna, podemos esperar en la etapa de cambio de la cuna a la cama del niño. Es todo un misterio, hay niños que lo toman muy bien e incluso parecen estar contentos del nuevo y amplio espacio adquirido, sin embargo a otros les resulta bastante difícil asimilar el cambio.
De la cuna a la cama ¿qué esperar?

Los profesionales dicen que cuando el niño se pone de pie y su altura es prácticamente la misma que los barrotes de la cuna, es hora de cambiarlo a la cama, ya que su seguridad corre peligro. Esto suele suceder en algún momento luego de cumplido el año y medio y antes de los 3 años.
Cómo facilitar el proceso de cambio
En primer lugar hay que tener en cuenta que el niño, una vez pasado a la cama, se sentirá mucho más libre para salir de ella en el momento que así lo desee. Si él no está conforme con el cambio, con frecuencia saldrá de la cama y no te extrañe que aparezca en la tuya.
Para evitarlo puedes establecer un sistema de recompensas, solo tienes que hablar con él y decirle que el pacto es que una vez que se acuesta por la noche no puede levantarse hasta que salga el sol, a menos que sea para ir al baño. Si lo cumple proporcionarle una medalla o una puntuación de 10 en una tabla. Luego de una semana de tener una buena puntuación entonces ofrecerle cambiar todos los puntos acumulados por un premio que le agrade.

No caigas en su juego
Los niños buscan llamar la atención todo el tiempo, es natural y normal, además de intentar por todos los medios el salirse con la suya. Por eso si de noche grita o llora, levántate para comprobar que todo está bien, pero no te quedes con él por mucho tiempo cantándole o jugando. Solo arrópalo, dale un beso y abrazo de buenas noches y vete.
De éste modo evitas reforzar su comportamiento, al ver que no lo llevas a tu cama o te quedas allí hasta que se duerme, puede que lo haga algunas veces más pero luego desistirá.
Una vez que le expliques las reglas, no las descartes, debes sostenerlas y mantenerte firma; de lo contrario tu niño sabrá que no cumples lo que dices y se aprovechará de ello haciendo lo que él quiere, por esto más de una vez acabará durmiendo en tu cama.
Tu niño ya es grande
Si lo enfocas de éste modo y así se lo haces saber, tu hijo puede que se sienta más importante y el cambio de la cama a la cuna sea más fácil. Explícale que ha crecido mucho y que ahora es mejor que duerma en una cama como lo hacen los niños grandes, en donde estará más cómodo. Muéstrale imágenes en donde haya bebés durmiendo en cunas, para que pueda comparar la situación y comprender que ya no es un bebé.
Probablemente los ojos brillosos de tu hijo aferrándose a su cuna puedan más que tú muchas veces y lo dejes un tiempo más en ella. Para eso, también te queremos compartir algunos tips para que los niños duerman en su cama.









