Cuidar a los niños es más cansado que trabajar y la ciencia explica que no es exageración
Ser madre no es nada fácil. Entre las labores domésticas, cuidar a los niños y el trabajo no remunerado, la cotidianidad se convierte en un reto para la paciencia y la salud emocional.
La maternidad es un trabajo a tiempo completo: no hay descansos, pausas por enfermedad y mucho menos vacaciones. Eventualmente, las largas jornadas de trabajo perjudican el bienestar físico y mental de las mujeres.
De acuerdo con un estudio realizado por el Centro de Investigación Pew, atender a los pequeños de tiempo completo es una de las actividades más agotadoras que existen.
Son tantas tareas por hacer, que al cabo de una semana esta rutina resulta equivalente a un día extra de trabajo.
La (enorme) carga del trabajo maternal
La investigación, publicada en el periódico británico Metro, analizó la rutina matutina de más de 2,000 madres.
Los expertos llegaron a la conclusión de que, en promedio, hay 43 tareas que realizar antes de llevar a los niños a la escuela.
Además de preparar el desayuno, elegir la ropa que usarán y arreglar sus útiles, la lista incluye actividades como: descongelar la cena, limpiar los cuartos, pasear a las mascotas y regar las plantas.
Después de enumerar todas las tareas, las madres confirmaron sentirse exhaustas, tanto como si hubieran trabajado un día completo en la oficina.
Como consecuencia del desgaste emocional y físico, es normal que se pierda el deseo de jugar o pasar tiempo de recreación con los niños.
Laura García Martín, psicóloga y directora del Centro Clavesalud, en Madrid, explica que ser madre no significa que siempre debas tener tiempo, ganas y/o disponibilidad para estar con tus hijos.
Marcar tus límites y reconocer que tienes otras responsabilidades, es fundamental para que comprendas que no eres superwoman y que no tiene nada de malo dedicar un par de minutos (u horas) para cuidar tu salud emocional.
Consecuencias físicas y emocionales
Según el sitio especializado Empowering Parents, el trabajo materno puede devenir en altos niveles de estrés, ansiedad, frustración y en casos más extremos, provocar el Síndrome del Burnout.
Este trastorno fue acuñado por primera vez en el libro Burnout: The High Cost of High Achievement, de Herbert Freudenberg y se refiere a la respuesta natural del cuerpo, al estar expuesto a episodios prolongados de estrés o largas jornadas de trabajo.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, sus síntomas más frecuentes son; dolores de cabeza recurrentes, insomnio, fatiga intensa y problemas gastrointestinales.
Finalmente, para solucionar este problema es necesario que platiques con tu pareja y que logren crear una rutina en la que puedan dividir, equitativamente, las tareas del hogar y el resto de las responsabilidades.
Así podrás encontrar el balance perfecto entre la cotidianidad y tu bienestar físico y emocional. Inténtalo, tu organismo te lo agradecerá.
Recuerda que antes de ser madre y esposa, eres una mujer; tus emociones y bienestar, son igual de importantes que los del resto de tu familia. No lo olvides.
¿Sabías que el trabajo en casa podía ser tan agotador? Cuéntanos en los comentarios.
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