Consejos para padres de niños con síndrome de Down

El síndrome de Down es un desorden cromosómico con el que pueden nacer algunos niños. La enfermedad se presenta en forma de anomalías tanto físicas como mentales. Por esta razón los padres con hijos con síndrome de Down creen que no pueden llevar una vida plena y esto no es necesariamente así. La experiencia ha demostrado que los menores con esta condición que son educados con mucha paciencia, amor y atención pueden llegar a ser grandes personas y avanzar en distintas áreas.

Es la actitud que mantengamos hacia estos niños la que va a garantizar su mayor integración social y que finalmente logren tener una vida feliz. No neguemos que es tarea ardua, pero quien se comprometa a fondo con mucho afecto y respeto por la vida humana, puede obtener resultados significativos.

Es importante que no consideres a tu hijo una responsabilidad, sino un niño que como los demás necesita que se le enseñen todas las herramientas para llegar a ser buenas personas e insertarse en la sociedad adecuadamente. Su ritmo será más lento, de manera que hay que ser pacientes y tiernos, pero su crecimiento depende enteramente de los padres. Se recomienda hacer un esfuerzo por entender los sentimientos de estos pequeños, pues tendrán un poco más de dificultad para expresarse.

Los menores con síndrome de Down también tienen determinadas habilidades que los padres han de saber encontrar y potenciar al máximo. Para ellos, que tienen deficiencias en varias áreas, poder mostrar sus capacidades y ser dignos de admiración será vital. Trabaja incesantemente para que saquen afuera sus talentos y para que se les reconozcan en público, la afirmación social es importante para todo niño.

Si la buena alimentación infantil es imprescindible, estos niños la necesitan aún más. Mantén una dieta muy balanceada, que le aporte a tu hijo todos los nutrientes necesarios para ayudarlo. Reforzar los antioxidantes es una buena manera de mejorar su salud. Por otro lado, puedes emplear algunos principios del yoga que les ayuden a regular la respiración y relajarse.

No sólo los hijos necesitan apoyo, también los padres han de buscar ayuda en centros de sensibilización, donde les mostrarán todo lo que se haya logrado médica y psicológicamente en términos de salud para estos pequeños. Ello favorece los encuentros entre padres, que promueven el intercambio de vivencias y de conocimientos además de crear mejores relaciones humanas en todos los sentidos.