Consejos para padres adoptivos de niños de otra raza

La adopción es un acto de amor que trae como resultado la conformación de una familia. En el mundo de hoy no es inusual que se realicen adopciones interculturales de niños de otros países, culturas y razas. Muchas familias eligen adoptar pequeños de otras culturas quizás por una afinidad en particular por su ascendencia familiar, por experiencia en otros países en viajes anteriores, o simplemente por sentir un llamado a adoptar un niño de un determinado país que no es el propio.

Estos padres enfrentan desafíos específicos de los que hablaremos hoy en EntrePadres: hablaremos de consejos para padres adoptivos de niños de otra raza.

Prepararse para lo diferente

Obviamente los padres preparados para adoptar un niño de otro país no tienen prejuicios ni ideas preconcebidas de razas y orígenes étnicos. Pero deben tener en cuenta que no todas las personas reciben lo diferente con los brazos abiertos. Es importante prepararse para las miradas curiosas y las inquietudes que reciban a lo largo de los años de otras personas. De todos modos, adoptar niños de otras culturas siempre podrá ser diferente pero hermoso y especial.

Tener en cuenta el estilo de vida

Un aspecto importante es considerar si en el estilo de vida de los padres se incluyen suficientes posibilidades  para los niños biculturales. Por ejemplo, vivir en una ciudad versátil y con diferentes comunidades étnicas y una cultura variada y vibrante será mejor que vivir en un lugar demasiado homogéneo, para que las familias tengan más posibilidades de encontrar amigos y espacios de cultura más acordes a una familia multicultural.

Cultivar el contacto con la cultura de origen

Un estilo de vida que incluya una cultura variada, como mencionamos en el punto anterior, permitirá mantener lazos con la cultura de origen del niño, lo cual enriquecerá a la familia y permitirá que el pequeño conozca y honre sus orígenes.

La celebración de la cultura particular de una familia intercultural será una parte muy importante de la identidad de ese niño y esa familia. Hay muchos modos en que pueden cultivar ese lazo especialmente cuando los niños van creciendo más y preguntando y aprendiendo sobre su origen.

Algunas ideas para esto son: aprender el idioma del país del que viene el niño en familia, leer cuentos y aprender canciones del lugar, aprender juntos datos del país y cultura de origen del niño como ser geografía, animales y costumbres. Muchas familias eligen en algún momento viajar a conocer el país donde nació el hijo adoptivo e incluso adoptar un hermanito del mismo país.

Adoptar un hijo de otra raza o cultura es un acto hermoso y las familias multiculturales son un tesoro que fomentan personas de mentes abiertas, corazón generoso y una rica vida cultural y familiar.