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Así es como los padres deberíamos vincularnos con un hijo adoptado

Ser madre del corazón es un acto de bondad muy grande. A veces, algunas parejas que no tienen hijos optan por adoptar un niño para formar la familia que siempre desearon. Otras veces, los adoptantes ya tienen hijos propios pero desean darle un hogar a algún un niño que lo necesite. En ambos casos, ¡son muy buenas intenciones!

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A todos estos padres les surge siempre la misma pregunta: ¿Cómo relacionarse con un niño adoptado? ¿Es igual que con un hijo biológico? Ven que te cuento.

¿Cómo actuar al adoptar un niño?

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Todos los niños adoptados tienen actitudes similares que denotan miedo a lo desconocido: frustración, falta de apego y dificultad para relacionarse con quienes convive en su nuevo hogar. Puede ser que el pequeño rechace a sus nuevos padres, no los mire a los ojos, no desee el contacto físico, y no se adapte a los horarios y costumbres de su familia adoptiva.

Para conseguir que todo esto se revierta, es necesario que ambos padres trabajen en conjunto, para que el niño cambie poco a poco de parecer. Conseguir el apego no es fácil, pero tampoco es imposible.

¿Cómo se consigue el apego?

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El apego es algo recíproco en la naturaleza como lo vemos en cualquier relación entre padre e hijo a medida que este último crece. Se desarrolla como una necesidad propia del niño adoptado de que sus nuevos padres le respondan.

A medida que el tiempo pasa y es siempre el mismo grupo de personas (madre, padre, hermanos, tíos, primos y abuelos) quienes cumplen con las necesidades del niño, él aprenderá que está seguro, a salvo y que nada tendrá que temer. Sabrá que puede confiar en esas personas gracias a los mensajes positivos que recibirá de ellos.

¿Cómo reacciona un niño adoptado al apego?

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Los niños adoptados reaccionan de la misma manera que los biológicos a los estímulos positivos de los padres. Es más, muchas veces se logra una vinculación tan buena entre ellos que llegan a olvidar que no tienen la misma sangre, pues el corazón así se los dice. 

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El vínculo entre padres adoptivos y sus hijos se logra del mismo modo que con los hijos biológicos: con mucha paciencia y aprendiendo el uno del otro. Es probable que los padres adoptivos tengan temor de pensar que están haciendo las cosas mal. Por lo general, si se toman todos los recaudos y se tiene la paciencia necesaria, la respuesta del niño luego de una corta separación al reencuentro (por ejemplo cuando tiene que ir a la escuela) será muy positiva y siempre se alegrará de verlos.

Si piensas adoptar un hijo o ya adoptaste, déjame felicitarte. Es un gran acto de amor que requiere de mucha paciencia y bondad. Seguro que tu hijo eso lo sabe y te lo agradecerá toda la vida.