Terminar lo que empiezas: una de las claves para vivir sin ansiedad

A todos nos ha pasado alguna vez empezar algo y dejarlo por la mitad. Y hacerlo no tiene por qué ser necesariamente algo negativo ¿pero qué pasa cuando se transforma en un hábito?

Cuando dejar cosas a medio hacer se transforma en un patrón en nuestra vida es que deberíamos prestarle atención y hacer algo al respecto.

No solo para indagar más en nosotros y conocernos más sino porque puede incrementar los niveles de ansiedad. Hoy te contamos más sobre las razones por las que abandonamos los proyectos y 5 estrategias para poder superarlo.

Abandonar los proyectos

Empezar un proyecto nuevo es muy similar a enamorarse. La primera etapa en general es la más emocionante y la que más entusiasmo nos genera. Tendemos a ver únicamente las ventajas que nos ofrece y a minimizar los punto negativos. Ahora cuando el proyecto deja de ser una novedad, el entusiasmo decae y sus desventajas empiezan a cobrar mayor relevancia.

De repente los obstáculos y los desafíos que ese proyecto implica se vuelven más significativos y nuestra emociones al respectos se transforman. Cuando los desafíos finalmente se presentan llega el momento de la decisión: o le damos continuidad o lo abandonamos. En este momento clave, muchos optan por abandonar el barco e ir en búsqueda de nuevos proyectos.

¿Por qué lo hacemos?

Algunas personas dejan en el camino esas actividades o tareas a realizar por un tiempo hasta retomarlas por obligación (por ejemplo, cuestiones laborales) porque se manejan con tiempos más lentos que los demás o tienen pereza.

Sin embargo, la mayoría tiende a abandonar los proyectos por miedo a no poder cumplir las etapas siguientes. También con frecuencia muchas personas se exigen demasiado y abandonan porque consideran que son capaces de cumplirlas pero no con «el nivel» o la excelencia que ellos desearían hacerlo.

Estrategias para evitar el estancamiento

1. Reconoce el patrón

Aceptar que solemos dejar cosas sin hacer u actividades por la mitad será el primer paso para poder avanzar. Si te resulta útil, puedes escribir en papel los que recuerdes o pedirle a un amigo que te ayude a recordarlos.

2. Reflexiona antes de aceptar

Muchas veces los proyectos que quedan a medio camino tienen que ver con pedidos que otras personas nos hacen más relacionados a sus deseos que a los nuestros. Piensa entonces antes embarcarte en algo nuevo si realmente es lo que quieres en tu presente.

3. Investiga bastante

Antes de lanzarte de lleno a concretar un proyecto investiga un poco más. Averigua la experiencia de otras personas en torno a ese tipo de desafíos.

Nunca somos los primeros en hacer o pensar algo, aprovecha la posibilidad que nos da la comunicación global hoy día y descubre sobre experiencias previas. Pueden hacer que desistas en el proyecto ¡pero tal vez te sirvan de inspiración para avanzar con entusiasmo!

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4. Organiza un cronograma

Cuando tengas suficiente información, piensa un cronograma de las etapas que implica el proyecto y los pasos que deberás dar antes de alcanzar la meta. Si bien pueden surgir desafíos nuevos en el camino, por lo menos tendrás un panorama más claro de lo que implica llevar adelante ese plan en particular, sus tiempos y sus consecuencias.

5. Sé realista

Comenzar una actividad o querer realizar una tarea que está verdaderamente fuera de nuestro alcance (tanto físico como económico y emocional) será clave para evitar el abandono de la idea más adelante y para evitar sentimientos de frustración.

Dejar de leer una novela de vez en cuando o faltar por un tiempo a clases de piano no implica que tengas que preocuparte. Ahora si ves que dejar las cosas por la mitad se vuelve un patrón en tu vida recuerda que existen acciones que puedes llevar adelante para que logres concretarlas (y minimices las probabilidades de sufrir ansiedad). Esperamos que estas estrategias te sean de utilidad y que te animes a utilizarlas a la hora de llevar adelante un proyecto nuevo.

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