La sandía es un alimento delicioso: su color rojo y su alto contenido de agua la hace una fruta perfecta cuando hablamos de curar la sed. Entre otras virtudes, las propiedades de la sandía nos permiten tener los niveles adeucados de nutrientes e hidratación del cuerpo. Por ello, hoy hemos elegido esta fruta para que conozcas todos los beneficios que tiene y puedas añadirla a tu dieta.
Propiedades de la sandía


La sandía ralentiza el envejecimiento
La sandía tiene una serie de compuestos fenólicos (incluyendo flavonoides, carotenoides y triterpenoides) con efectos antiinflamatorios y antioxidantes, que sirven para prevenir el envejecimiento prematuro.
Otra sustancia muy importante es el licopeno, un inhibidor que se encarga de contrarrestar los efectos negativos de los radicales libres que se generan de procesos naturales del cuerpo y recibimos del exterior. Este es otro punto imprescindible para evitar enfermedades y ralentizar el envejecimiento.

Fuente de vitaminas y minerales
La sandía es rica en vitaminas del complejo B, por lo que nos permite aumentar la producción de energía en nuestro cuerpo. También es rica en vitamina C, necesaria para la salud de la piel y la cicatrización de las heridas.
Otro compuesto fundamental es el potasio, esencial para mantener la salud del corazón y la correcta contracción muscular. Además, esta fruta contiene minerales como el sodio, el cloruro, el calcio y el fosfato, que ayudan a regular la hidratación del organismo y el pH de la sangre.

Contiene citrulina y otros compuestos
Uno de los aspectos más llamativos de la sandía es que se trata de una fruta rica en un aminoácido llamado citrulina. Esta beneficia los riñones y otros órganos del cuerpo, permitiendo que funcionen correctamente.
Además, los betacarotenos que contiene la sandía propician la producción de vitamina A, útil a la hora de disminuir y prevenir infecciones en el organismo. Un par de tazas de sandía picada al día nos aportarían las cantidades diarias recomendadas de estos compuestos químicos.

Otros beneficios de la sandía
Comer sandía es perfecto si queremos mantenernos saludables: como hemos dicho, su composición está hecha a base de agua (se estima que un 92% de la fruta es agua), por eso consumirla es una buena forma de quitar la sed.
Además, comer sandía evita el mal aliento y elimina el dolor de garganta, ayuda a mantener la presión arterial en niveles estables y su contenido de fibra limpia los intestinos. No solo eso, junto con la manzana es una de las frutas que da sensación de saciedad, eliminando la ansiedad de comer y el riesgo de tener sobrepeso y obesidad.
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La mejor forma de aprovechar los beneficios de la sandía es cuando consumimos la pulpa fresca. Ya verás como con tan solo una mordida la dulzura llega a tu paladar, y los beneficios a tu cuerpo.








