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¿Por qué estamos tan obsesionados con la familia real? La psicología tiene la respuesta

El mundo puede parecer un lugar caótico y lleno de desastres que ocurren todos los días. Cada mañana, revisar tus redes sociales o las páginas a las que te suscribes seguramente te deja con sentimientos de pánico antes de terminar tu café. Según un artículo de TIME, leer constantemente noticias negativas puede acentuar el estrés y exacerbar las propias preocupaciones (aunque estas no tengan nada que ver con lo leído), causando problemas para dormir y cambios de humor.

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Pero hay un tipo de noticias que puede tener el efecto contrario: las que tienen como protagonistas a los miembros de la familia real. La psicología tiene la respuesta a por qué el mundo está tan obsesionado con ellos.

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Las normas nos tranquilizan

Leer noticias de la familia real, de acuerdo con Donna Rockwell, psicóloga clínica especializada en el área de las celebridades y la fama, nos trae cierta paz, algo de tranquilidad, en contraste con el resto de las noticias.

Parte de la obsesión se debe a nuestra curiosidad por un estilo de vida diferente: la belleza de la ropa que usan, sus peinados, las costosas bodas, y los adorables niños. Pero hay algo más que nos da tranquilidad, y eso parece estar en conocer todo el protocolo real.

Dice la psicóloga para Glamour que el sentimiento puede ser parecido al de un niño que encuentra paz en las estructuras y los límites, aún cuando no se dan cuenta de que eso es lo que necesitan. Es decir, la clave de lo que nos hace sentir tan bien de este tipo de noticias está en la adhesión de la realeza a la tradición y a un conjunto específico de reglas que deben cumplir a rajatabla. Rockwell explica:

“Cuando un adulto tiene un sentimiento de caos interior, es reconfortante, incluso neurológicamente hablando, ser capaz de observar algo que tiene estructura. Vemos estructuras y allí encontramos un consuelo. Entonces, se trata en realidad de una respuesta neurológica de relajación, que ocurre en nosotros cuando vemos a la reina y a la línea de sucesión.”
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Rockwell agrega que la vida es profundamente caótica, y por eso nos relajamos tanto cuando podemos anclarnos en un sentimiento de orden y de seguridad. Por eso, las noticias sobre la familia real activan el centro de recompensa del cerebro.

La psicóloga además mencionó el momento en que Donald Trump visitó a la reina Isabel, y la cortesía con que ella se manejó delante de él a pesar de no sentirse muy respetada. “Vemos [la cortesía] en el mismo lugar donde algunos de nosotros, quizás, estaríamos tirándonos del cabello y rasgando nuestras vestiduras. Vemos a la monarca, a la monarquía, exhibir hospitalidad ante algo que vemos como molesto.” Eso es lo que nos traería un sentido de tranquilidad.

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Creo que, en este mundo estresante, todos deberíamos encontrar tranquilidad donde pudiéramos. Incluso aunque se trate de seguir las vidas de personas que nunca llegaremos a conocer. Así que cuando alguien critique tu obsesión con la familia real, ya puedes decirle que estás cuidando tu salud mental.

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