Lifestyle

¿Por qué debemos comer alimentos estéticamente feos?

“Las apariencias engañan”. Así lo asegura un viejo dicho, aunque últimamente parece que todo el mundo se guiara por la apariencia de las cosas, incluso en materia de comidas. En este artículo muestro por qué a la hora de comer no deberías guiarte tanto por las apariencias sino por el contenido nutricional que tienes en tu plato.

PUBLICIDAD

Los “feos” alimentos naturales

Hoy en día están de moda los alimentos altamente decorados (pasteles, “cupcakes”, etc.) pero so nos los más sanos. Lamentablemente, esa obsesión con la extremada buena presentación de nuestros alimentos nos ha hecho dejar de lado algunos que tienen una apariencia menos agraciada e incluso fea, pero cuyo valor se encuentra en su interior a causa de sus nutrientes naturales.

Imagen thinkstock

Las "feas" zanahorias

Se las ve deformadas, a veces, y se las suele despreciar en tucos y ensaladas porque son algo duras. Lo mejor es hervirlas bien, quizá poniéndolas en el agua antes que a los demás vegetales, o incluso rallarlas bien, pero no hay que dejar de incluirlas en la dieta porque son grandes fuentes de vitamina A (esencial para nuestros ojos, por ejemplo), de nutrientes y de beta carotenos.

Imagen thinkstock

El ginseng

En cualquiera de sus variedades... ¡se lo ve bastante feo! Sin embargo, aumenta el rendimiento físico y mental, incrementa los niveles de insulina en sangre y así evita la diabetes, protege el sistema cardio vascular ¡y hasta previene la disfunción eréctil!

Los feos desperdicios

¿Te parece que tus amigas van a criticarte por estas elecciones en materia de alimentos? Entonces quizá convenga comentarles que una cadena de supermercados francés está imponiendo una nueva moda: han iniciado un programa para reducir el desperdicio de los alimentos que la gente deja de lado y lo hizo mediante la venta sólo de productos “feos” que no sólo son tan buenos para la salud como aquellos más bonitos sino que en algunos casos resultan incluso más nutritivos que los alimentos elaborados que contienen productos químicos tales como conservantes y colorantes.

Imagen Thinkstock

En esas transacciones todos ganan: agricultores y consumidores. Los agricultores porque pueden vender más de su cosecha y los consumidores porque a través de esta iniciativa pueden dar una oportunidad a los alimentos “feos”.

PUBLICIDAD

¿La clave para aceptar los alimentos visualmente desagradables? Aprender a mirar nuestros alimentos con otros ojos: viendo las riquezas las bondades y las bellezas de todos los nutrientes necesarios que guardan en su interior.