¡Más besos y menos gritos!
Luego de conocer las secuelas que quedan al discutir con alguien, lo pensarás dos veces…

Las discusiones no solo nos traen un mal momento, sino que además nos dejan algunas secuelas en la salud que son totalmente desagradables, ¿quieres saber de qué te hablo?
Consecuencias de las discusiones

- Aumentan tu estrés. Durante una discusión, el estrés se incrementa y la hormona responsable del mismo, llamada cortisol, hace su aparición con las molestas consecuencias que esto trae para ti.
- Dañan tus cuerdas vocales. En toda discusión los gritos son parte casi obligatoria. Esto hace que las cuerdas vocales se tensen; esto las daña, si las peleas se repiten con regularidad, hasta de forma permanente.
- Incrementan tu tensión arterial. Cuando discutes con alguien, tu corazón late más rápido y tu tensión arterial se eleva de forma alarmante.
- Descontrolan a tu sistema inmune. Debido al estrés producido por las discusiones con otras personas, se produce una disminución en las defensas, que aumenta la vulnerabilidad a todo tipo de enfermedades.
- Tensan tu mandíbula. Y esto trae tensión a tu cabeza, hombros y cuello.
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¿Cómo evitar las discusiones?

Para no sufrir todos estos trastornos de salud, es importante evitar las discusiones. Lo difícil es conseguir no entrar en las peleas y dar un paso al costado -somos humanas al fin y al cabo- y además mantener la calma.
Como eso muchas veces no es posible, una buena sugerencia es respirar hondo y contar hasta 10. Esto te servirá para calmarte y conseguir razonar amigablemente sin necesidad de acudir a los gritos o, lo que es peor aún, a las agresiones.
Si sientes que la ira se está apoderando de ti por más que cuentes hasta 10 y temes no poder contenerte, aléjate del lugar y sal a caminar. Muchas veces un cambio de aire es la solución más adecuada al momento de evitar una confrontación y todos los problemas de salud que esta trae.
Y finalmente, pero no menos importante, evita traer temas espinosos del pasado en las conversaciones, si es que no quieres ser tú quien comience con las discusiones, pues no hay nada mejor que hacerle caso al refrán que aconseja: “lo pasado, pisado”.
Las discusiones no traen nada bueno para la salud y solo nos acarrean problemas. Entonces, ¿qué mejor que evitarlas?
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