Hace tiempo que los médicos investigadores utilizan tratamientos virales como forma de atacar el cáncer. Estos tratamientos consisten en inyectar virus que actúan contra el crecimiento de células cancerígenas en pacientes con cáncer, y deben inyectarse directamente sobre el órgano afectado para que no perjudique a los tejidos sanos. Si bien los tratamientos virales no eliminan por completo al tumor, son efectivos para reducir y frenar su crecimiento, y son modificados de manera tal que no dañen células sanas.
Inyección de virus para combatir el cáncer

Pero días atrás se avanzó un poco más en la búsqueda de tratamientos efectivos contra el cáncer, porque los científicos descubrieron que existe un virus (el de la viruela bovina) que, al modificarlo, es capaz de atacar a las células cancerígenas a través del torrente sanguíneo. Esto quiere decir que no es necesario inyectarlo directamente en los tejidos afectados, sino que puede insertarse en el organismo por vía intravenosa, lo que simplifica y hace más efectivo el tratamiento.
El virus se inyectó en 23 pacientes con cáncer, en diferentes dosis, y los 8 que recibieron mayores dosis redujeron o detuvieron el crecimiento del cáncer, al menos por un tiempo. Además, este virus mostró que no produce efectos secundarios severos.
Este descubrimiento es especialmente útil para aquellos cánceres severos en los que es vital atacar por igual todos los tejidos afectados, porque un virus que pueda inyectarse en el torrente sanguíneo asegura que actuará en todas las células cancerígenas.
Claro que los tratamientos virales aún no significan una cura contra el cáncer, pero son una pieza fundamental de nuestra lucha contra esta enfermedad, y nos acercan un poco más al descubrimiento de un tratamiento eficaz y efectivo para combatirla.








