Cuando nos proponemos seguir una dieta más saludable, nuestro comportamiento respecto a las grasas y a los carbohidratos puede generar mucha confusión. De hecho, hay diferentes opiniones expresadas por los especialistas respecto a estos nutrientes y el proceso de adelgazar.
Grasas vs. carbohidratos: ¿qué es peor para tu salud?

Entonces, ¿qué es mejor para promover la pérdida de peso? ¿Las grasas o los carbohidratos?
¿Qué grasas consumir?

Las grasas saturadas (conocidas también como «grasas perjudiciales») aportan muchas calorías. Pero las grasas saturadas también afectan nuestra salud en otros sentido: se asocian con niveles altos de colesterol, lo que constituye un factor de riesgo para las enfermedades cardiovasculares y hepáticas.
Por otro lado, hay otro tipo de grasas, las no saturadas, que es esencial para promover el crecimiento celular, producir hormonas y prevenir las enfermedades cardíacas. Estas grasas se encuentran en los granos, las semillas y todo tipo de vegetales, además de los aceites que con ellos se fabrican.
Por tanto, a la hora de cuidar tu peso, lo ideal es reducir al máximo el primer tipo de grasas (que se encuentran en la comida chatarra) y consumir con moderación del segundo tipo, en la medida en que potencian nuestra saciedad y fortalecen nuestra salud.
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¿Qué carbohidratos consumir?

Al igual que con las grasas, hay distintos tipos de carbohidratos: unos son beneficiosos para la salud, mientras que otros son perjudiciales. Por un lado, si consumes carbohidratos refinados como harinas y dulces, tu cuerpo pronto te pasará factura con algunos kilos de más.
Por otro lado, el segundo tipo de carbohidratos sí es necesario para mantener una dieta saludable y equilibrada. Este es el caso de los garbanzos, los frijoles, las legumbres y las papas.
En definitiva, para preservar un peso saludable, no debes demonizar ningún grupo alimenticio. Solo reserva las grasas saturadas y los carbohidratos refinados para ocasiones especiales y elige el consumo de las grasas no saturadas y los carbohidratos complejos como tu nuevo estilo de vida. Por supuesto, deberás complementarlos con frutas y verduras, carnes magras y una buena hidratación para lograr el equilibrio.
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