En este 2017 elijo sobreponerme a los pensamientos negativos y estos 4 pasos me ayudarán a lograrlo

A todos nos pasa eso de sucumbir a los pensamientos negativos con más frecuencia de la que nos gustaría. De repente, pasa un pensamiento positivo, pero así como llega se va (sí, como una especie de estrella fugaz). Ahora: los negativos, esos sí se arraigan en nuestras mentes...

Me gusta ejemplificar nuestro comportamiento en relación a los pensamientos negativos con una metáfora. Los pensamientos negativos son como una bola de nieve: creamos una bolita, pero empieza a rodar por nuestra mente y en este proceso se hace cada vez más y más grande. Terminamos con una bola enorme y pesada de pensamientos negativos que forma una avalancha y nos aplasta.

Estado de alerta

Tener pensamientos negativos genera que nuestro cuerpo y mente entren en alerta para evitar el peligro potencial y reaccionar rápido. Este mecanismo era fundamental en los tiempos en los que el hombre salía a cazar y se enfrentaba a peligros que ponían en riesgo su vida. Hoy, muchos de esos peligros han desaparecido, pero nosotros seguimos en estado de alerta de modo constante incluso ante problemáticas “sencillas” o de fácil resolución.

La influencia de la cultura y la educación

En el marco de nuestra cultura occidental, hemos recibido una educación que minimiza las experiencias positivas y resalta las negativas. Por esta razón, nos resulta complicado salir de este esquema que tenemos tan introyectado. A su vez, vivimos en una sociedad plagada de estímulos en la que a todos nos resulta  muy difícil relajarnos. Este panorama tampoco ayuda.

Según un estudio realizado en 2013, en general las mujeres son más proclives a tener pensamientos negativos que los hombres.

Pero, ¡no debemos rendirnos! Aquí van algunos tips para evitar los pensamientos negativos.

#1 Deja de pensar en dejar de pensar

Por muy extraño que parezca, no intentes detener a tus pensamientos. Cuando te obsesionas por desterrar a un determinado pensamiento, lo expandes. Así que si te vienen pensamientos que sabes que son negativos, contémplalos. No hay negatividad posible cuando eres verdaderamente consciente.

#2 Acepta el círculo

Aceptar que existe un círculo de negatividad nos ayuda a dominarlo. Si te enojas contigo mismo y tratas de modificar los pensamientos, te sentirás cargado y culpable. La clave se oculta en evitar juzgarte: sé consciente de tu negatividad, pero no te juzgues por ella. A fin de cuentas, ¡es una parte intrínseca de nuestra humanidad!

#3 Desafía la negatividad

La mejor manera de desafiar los pensamientos negativos es con perspectiva.

Prueba esto: imagina que un amigo tuvo un problema en el trabajo: ¿qué le dirías?, ¿cómo le hablarías?, ¿qué consejos le darías? Ahora piensa que ese amigo eres tú mismo y reflexiona sobre cómo aplicarías esos consejos. Imaginar que esos problemas los tiene otra persona brinda una perspectiva más amplia y realista.

Si te permites apreciar tu situación con otra luz, lograrás visualizar todo lo que vales.

#4 Respira profundo y sonríe

Cuando notes que llega un pensamiento negativo o te sientes sobrepasado por él, respira profundo. Controla tu respiración y procura respirar desde el diafragma con toda tu capacidad pulmonar.

Y no te olvides de sonreír así tengas que buscarte un espejo y forzar una sonrisa al mirarte. Aunque estés tristes, sonreír le envía señales a tu cerebro de que estás alegre y comienzas a sentirte mejor.

Como ves, no hace falta ser un yogui que medita en posición de loto 20 horas al día para evitar los pensamientos negativos. Al transformarlos en positivos aumentas tu energía y generas un equilibrio beneficioso para tu cuerpo y mente.

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