Lifestyle

Atleta olímpico salvó 90 perros de una granja en Corea del Sur y nos derritió el corazón

En occidente ellos son los  mejores amigos del hombre, pero en Corea del Sur son parte de una dieta balanceada. Con las Olimpíadas de Invierno, los ojos del mundo entero se volcaron hacia el país asiático e, inevitablemente, en una de sus tradiciones gastronómicas más escandalosas: la  carne de perro

PUBLICIDAD

Para nosotros es aterrador y muy triste, pero, por suerte, un atleta tomó el asunto en sus manos.  Gus Kenworthy es un esquiador olímpico americano que se convirtió en un héroe para los amantes de los animales cuando salvó a 90 cachorros de un criadero de perros en Corea.

Amigos, no comida

«Esta mañana Matt y yo hicimos una visita desgarradora a una de las 17.000 granjas de perros en Corea del Sur. A lo largo del país hay 2,5 millones de perros criados para ser comida en condiciones perturbadoras. Sí, está el argumento de que comer perros es parte de la cultura coreana. Y, mientras que no estoy de acuerdo con eso, entiendo que no debo imponer los ideales occidentales sobre las personas de aquí. Sin embargo, la forma en la que estos animales son tratados es completamente inhumana y la cultura jamás debería ser usada para escusar la crueldad. (...) Afortunadamente, esta granja particular (gracias al gran trabajo de la Humane Society International y la cooperación de un granjero que reconoció sus errores) se cerrará de forma permanente y los 90 perros serán llevados a Estados Unidos y Canadá para encontrar sus hogares. Adopté al dulce bebé de la primera foto (lo llamamos Beemo) y vendrá a Estados Unidos a vivir conmigo apenas terminé con sus vacunas en un par de semanas. ¡No puedo esperar para darle la mejor vida posible! Espero poder usar esta visita como una oportunidad para dar visibilidad a la inhumanidad de la industria de la carne de perro y el sufrimiento de los animales en todo el mundo, incluyendo Estados Unidos donde millones de perros necesitan hogares amorosos».

Kenworthy criticó las prácticas inhumanas de la cría de perros sin insultar la cultura coreana y, al hacerlo, también dio visibilidad a un problema grave de la industria. En Corea del Sur la carne de perros no es ilegal, pero a diferencia de otros animales (como las vacas y gallinas, por ejemplo) no está regulada y, en consecuencia, muchas granjas crían a los perros en condiciones poco sanitarias y deplorables. 

No todas las tradiciones merecen seguir hasta la modernidad y la de comer perros es una de ella. La carne de nuestros animales favoritos era, hace siglos, la forma de los coreanos de incorporar proteína en sus dietas. Pero, hoy en día más del 70 % de los adultos dicen que no han comido carne de perro en sus vidas y el 80 % de los adolescentes tampoco la probarían, según una encuesta de 2017.