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Ibrahim Al Hussein: un atleta refugiado sirio que perdió la mitad de su pierna en un bombardeo, ¡conócelo!

El 2012 le cambió la vida, pero él no dejó de hacer lo que más le gusta: nadar. ¡Conoce a uno de los atletas de los Juegos Paralímpicos 2016!

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La realidad en Siria es muy difícil de entender, de eso no cabe duda. Los habitantes de Siria, muchos de ellos ahora refugiados en otros países, han atravesado una guerra sin fin en su país. La fuerza con la que deben enfrentar el día a día es inimaginable. ¿Imaginas tener que irte de tu propio país por miedo a morir? Es difícil, pero es una cruda realidad que enfrenta actualmente el mundo y, en especial, Siria.

En los Juegos Olímpicos Río 2016, pudimos apreciar y disfrutar del equipo de Refugiados, y ahora es turno de disfrutarlos en los Juegos Paralímpicos de Río 2016. Una de las historias que más me llegó y me conmovió fue la de Ibrahim Al Hussein, un nadador -y también jugador de basketball- que en este momento está como refugiado en Grecia, pero que años antes, en 2012 más específicamente, perdió la mitad de su pierna por una bomba que cayó cuando iba de camino desde Siria a Irán.

Su historia como nadador

Imagen Getty Images

Desde los 13 años que practica este deporte. A esa edad, ya participaba de competiciones. Ganó concursos a nivel nacional e internacional. Pero su virtud por el deporte pareció esfumarse cuando, luego de que estalló la guerra civil en Siria, una bomba le provocó la pérdida de la mitad de una de sus piernas.

Creía que ya no iba a volver a nadar, pero, finalmente, decidió esforzarse, creer en sí mismo y lograr competir. En octubre de 2015 se animó y entró nuevamente a la piscina, ahí se dio cuenta que podía seguir haciéndolo, que él era capaz.

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El elegido

Imagen Getty Images

Clasificó a los juegos y no dudó en expresar su emoción: “Cuando me enteré que estaría compitiendo en los juegos, yo estaba tan feliz que no podía quedarme quieto. Quería dormir, pero no podía. Fue una sensación maravillosa”.

Pero no solo logró clasificar, también fue el elegido para llevar la llama olímpica en Grecia, meses atrás. El Comité Olímpico Internacional expresó que era un gesto simbólico en apoyo a las víctimas de la semejante crisis que vive el mundo respecto a los refugiados.

Al Hussein es una de las tantas historias inspiradoras que iremos conociendo en estos Juegos Paralímpicos 2016. Sin duda, es admirable la capacidad que tuvo para salir adelante, olvidar el dolor y luchar por algo que tanto quería.

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