Las últimas películas de Star Wars han adoptado la costumbre de incluir curiosos cameos de celebridades, aprovechando que todo el mundo quiere ser parte de este gran fenómeno cultural y también la posibilidad que brindan sus villanescos pero simpáticos Stormtroopers, de ocultar el rostro famoso para no distraer.
The Last Jedi: el stormtrooper de Tom Hardy se tomó demasiadas libertades y fue eliminado de la película

Para Star Wars: The Last Jedi habían sido anunciados varios cameos.
Se anunció por ejemplo el de los príncipes William y Harry, aunque finalmente no pudieron aparecer en la película porque resultaron demasiado altos y desentonaban con el resto de los Stormtroopers.

Otro cameo que había sido anunciado pero tampoco quedó en la película fue el de Tom Hardy, pero por razones muy diferentes a la de los mencionados miembros de la realeza británica (ciertamente el problema de la altura no es uno que afecte a Hardy).
El mejor Stormtrooper
La escena que incluyó a Hardy fue eliminada de la película por ser demasiado extraña y absurda.
Tiene lugar cuando Finn ( John Boyega), Rose ( Kelly Marie Tran) y DJ ( Benicio del Toro) se infiltran en la nave de Snoke, y consiguen trajes de oficiales de la Primera Orden para pasar desapercibidos.
En un ascensor se encuentran con un grupo de Stormtroopers, y uno de ellos reconoce a Finn, su ex colega. Es Tom Hardy, y amenaza con arruinar la fachada que han construido los rebeldes.
La escena comienza a cobrar tensión, mientras el Stormtrooper le dice a Finn: «Sé quién eres, ¡FN 2187!». Eventualmente, la tensión se corta de forma repentina con un remate chistoso. El Stormtrooper de Tom Hardy felicita a FN 2187 por su ascenso: «Mírate, ¡capitán!», y le palmea el trasero.
Además, Tom Hardy decidió darle a su Stormtrooper un notorio acento sureño. Una escena que parece un sketch de comedia más que de una película de Star Wars.
Los cameos que sí quedaron en The Last Jedi fueron los de los directores Gareth Edwards, Edgar Wright y Joe Cornish.
- Ver también: «Tom Hardy recrea su famoso discurso de Bane... para su perro»









